ESTRENO

Elisabet Casanovas, una refugiada transgénero en el TNC

La actriz protagoniza 'Kassandra', un potente monólogo de Sergio Blanco con dirección de Sergi Belbel

olerin45568331 icult kassandra foto david ruano181022191152

olerin45568331 icult kassandra foto david ruano181022191152 / periodico

Marta Cervera

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Elisabet Casanovas se dio a conocer más allá de la serie 'Merlí' con ‘Paradise’, una creación de Nico&Sunset ambientada en un puticlub de carretera. Ahora está a punto de debutar en solitario en el TNC con un aclamado monólogo del franco-uruguayo Sergio Blanco, ‘Kassandra’. En él encana a un travestido, un hombre que siempre se ha sentido mujer y que ha tenido que vender su cuerpo para sobrevivir, como explica en Odissey, el club donde trabaja, instalado en la Sala Tallers del 24 de este mes al 18 de noviembre. 

Su odisea personal tiene mucho que ver con la historia de Casandra, figura mítica capaz de adivinar el futuro pero condenada a no ser comprendida. “Quien venga a ver el espectáculo saldrá conociendo la guerra de Troya como nunca lo ha hecho antes”, asegura Sergi Belbel, director del montaje. Por desgracia, su historia está también muy vinculada a la de tantos migrantes que a diario se ven obligados a dejarlo todo para sobrevivir. “En realidad ella sufre un doble exilio”, destaca el director, también reconocido autor. Por un lado está dejar atrás a su país. Por otro, el exilio interior, el un cuerpo con el que no se identifica pues aún no ha podido operarse para cambiar de sexo. Físicamente solo es mujer de cintura para arriba. 

Idioma internacional

La obra está escrita en un inglés macarrónico, un idioma inventado pero comprensible para todo el mundo gracias a la globalización. En Grecia la obra se interpretó en bares de Atenas. Es una idea que no se descarta de cara al futuro. “La hemos montado de tal manera que se puede interpretar en cualquier sitio, desde un casal al comedor de tu casa”, dice Belbel.  La historia de esta superviviente es desgarrada pero también canalla y cabaretera. En Grecia la calificaron como ‘Stand up tragedy’, como un monólogo trágico.

Para Casanovas este texto supone “un gran reto y una gran responsabilidad porque hay muchos temas y quería tratarlos con respeto”. Y añade: “Lo difícil no ha sido el lenguaje del personaje que, al fin y al cabo, es un código". Ella entró en él con la ayuda del una grabación realizada por un actor sirio para poder captar su acento.  

Con el personaje las 24 horas

Por exigencias del guión lleva unas largas uñas pintadas de rojo que dificultan algunas cosas en su vida cotidiana.  “Son uñas de gel, en plan Rosalía”, comenta. “Llevarlas era al principio una sensación muy rara, así que pensé que sería mejor habituarme a ellas para convivir con el personaje. Desde que las tengo utilizo más las manos, las muevo más”.

Belbel nunca se planteó utilizar a un actor transgénero para el papel. Su idea inicial era utilizar a un hombre para el rol, pero Sergio Blanco se lo desaconsejó.  “Ahora estoy encantado de la vida y no cambiaría a Elisabet por nada del mundo. Esta obra necesita a una intérprete de gran calidad ya que tiene un juego de espejos, el personaje es hombre y es mujer”. En su opinión, el componente emocional del personaje también influye.  “Como me dijo Sergio, llega un punto que el tema de género lo has de olvidar y has de ver a una mujer”. Y el grado de emoción que pide el personaje es más fácil de hallarla en actrices que en actores. “Hay excepciones, claro, pero la mayoría de actores tiene como un freno, en cambio las actrices muestran esas emocionalidad sin problemas”.