CRÓNICA DE CONCIERTO

Damien Jurado, abrumar sin levantar la voz

El cantautor folk-rock presentó `The horizon just laughed¿ en formato dúo en el ciclo Sit Back de l¿Auditori

Damien Jurado, en concierto

Damien Jurado, en concierto

Juan Manuel Freire

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Existe una teoría bastante extendida (sobre todo por culpa de los concursos de talentos) según la cual el mejor artista es el que emite más altos y largos gorgoritos. La historia nos dice, sin embargo, que a veces el mejor ataque es la retirada: el cultivo del susurro auténtico. Así se defiende Damien Jurado, cantautor folk-rock de culto que el sábado, en el Auditori, como parte del ciclo Sit Back, volvió a demostrar que se puede abrumar sin levantar la voz.

Y sin grandes respaldos instrumentales: aunque el concierto se anunciaba "con banda”, esa banda se redujo a la guitarra adicional de Josh Gordon (ex Trespassers William), quien ha aportado bajo y percusión, entre otras cosas, al reciente 'The horizon just laughed'. 

Pasadas unas pocas canciones, a todo el mundo se le debieron pasar la confusión y el enfado. Estaba la voz de Jurado, ese susurro medio ronco que se enreda sin esfuerzo en nuestras entrañas. Estaba el juego entre su guitarra rítmica y las melodías esculpidas por Gordon. O la dulce nostalgia del repertorio de 'The horizon just laughed', obra profundamente íntima en la que no solo importa el yo, sino también el escritor Thomas Wolfe, el actor Marvin Kaplan o el director de orquesta Percy Faith. A la altura de '1973', Jurado parecía poseído por la delicadeza y la magia de Nick Drake, una impresión que creció con el rescate de la lejana 'Saturday'.

Para que la melancolía no acabara de matarnos, el artista se detuvo un rato a hablar sobre su Twitter. "No suelo poner muchas cosas. Si no me seguís, tampoco hace falta. Solo es un puñado de fotos extrañas. Pero el viernes puse algo con palabras: 'Acabo de llegar a Barcelona. Sienta bien estar en casa'". Ovación. En realidad escribió "España", no "Barcelona", pero perdonaremos la mentirijilla (quizá involuntaria) porque poco después estaba tocando el clásico "Sheets".

La fase más emotiva llegó con su recuerdo a Richard Swift, uno de sus mejores amigos y su aliado en la producción de cinco álbumes. Lo perdió igual que a otro gran amigo, Jason Molina: a manos del alcohol. Recuperó una canción de Swift, 'The novelist', elevando un poco la voz, esta vez sí.

Hay quien prefiere al Jurado solitario (como el de la sala Apolo en el 2014) al Jurado con banda (como el de Music Hall en el 2016). Para ellos fue una recta final de seis canciones, las tres últimas como bis, que incluyó clásicos como 'Metallic cloud', 'Museum of flight' y 'Kola' ("te recordaré/ como eres ahora").

Abrió la noche Nacho Casado, mitad masculina de La Familia Del Árbol, con el repertorio en solitario de 'Verão', marcado por el influjo de la bossa nova y el sunshine pop. Canciones enormemente delicadas que, por momentos, remiten a los Le Mans de 'Saudade', uno de los grandes tesoros del indie español de los 90.