ciclo exitoso

La Biennal del Pensament dinamita el tópico de que la juventud no se implica en la vida pública

El nuevo evento cultural barcelonés atrae a los jóvenes con charlas sobre educación, género, feminismo o urbanismo

Ignasi Fortuny

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El pensamiento discurre estos días por Barcelona encendiendo bombillas. La palabra ejerce de corriente ante auditorios y plazas llenas de barceloneses que quieren escuchar, aprender, compartir y debatir ideas. Para ello la Biennal del Pensament ha brindado la ciudad como escenario para reflexionarBiennal del Pensament sobre los retos de la sociedad contemporánea. Parece claro que en estos espacios hay más luz ahora que días atrás gracias a la exitosa respuesta de público a la iniciativa del ayuntamiento. En los primeros días del evento cultural, el debate ha vencido al 'show' en su sentido más escandaloso, el que ha tomado también la palabra como protagonista pero para el entretenimiento. "No sigo nunca debates políticos ni tertulias. Creo que siempre es lo mismo y no es en absoluto edificante", opina uno de los jóvenes oyentes de una de las charlas de la bienal, Esteve. Aquí no hay secuencias de planos electrizantes, pausas dramáticas ni gente indocumentada.

Esteve, universitario de 21 años, estaba entre el intergeneracional público que este jueves lleno el Petit Palau de la Música Catalana para escuchar una conversación entre el pianista austriaco Alfred Brendel y el sociólogo estadounidense Richard Sennett sobre la música y las relaciones humanas. Alejándose de algunos estereotipos, como el de que la juventud no se implica en la vida pública, son muchos los jóvenes que están participando en la primera edición del flamante evento cultural. "Está bien que uno pueda venir a escuchar a esas personas a las que lee", explica Lourdes, para quien esta es la tercera conferencia de la cita a la que acude. "Estos encuentros interdisciplinares, entre música y filosofía, permiten otro tipo de pensamiento, no quedarse fijo en algo sino empezar a hacer conexiones con otras cosas", añade esta treintañera. 

Temas y 'butxaca'

Los jóvenes cuentan que se han sentido llamados a participar por las charlas sobre educación, urbanismo, género o feminismo, como ha quedado patente en las plateas. "Me sorprendió el programa porque creo que son temas de actualidad y muchos de ellos nos incumben de alguna manera", considera Itziar, estudiante de la escuela musical ESMUC. A eso apunta también otro oyente, Daniel, que trabaja en una consultoría de urbanismo: "Los jóvenes nos sentimos implicados con la política, con las problemáticas que existen en las ciudades, sobre todo con el problema de la vivienda, como el que hay en esta ciudad". 

"Los temas que propone y que sea gratis ha ayudado a llamar al público joven"

Esteve

— Estudiante de Estudis Literaris de 21 años

Y, ojo, más allá de los temas abordados, Esteve apunta a otro factor para el éxito de la bienal: la 'butxaca', la misma que no les llega para alquilar un piso en Barcelona. "Normalmente los precios no son accesibles para nosotros; que sea gratuito y los temas que propone creo que han ayudado a llamar al público joven", explica. Al caso viene comentar que semanas atrás, en una iniciativa 'under 35' -o sea, entradas a precios reducidos a menores de 35 años-, el Liceu se llenó de jóvenes debutantes para escuchar ópera. 

De grandes auditorios a pequeños talleres

La Biennal del Pensament ofrece actividades gratuitas; unas rebosan público, como el diálogo de las filósofas Marina Garcès y Gayatri Spivak en la plaza del CCCBMarina GarcèsGayatri Spivak , y otras tienen cariz minoritario, como el taller 'queer', limitado a 20 personas, celebrado este viernes en el centro Hangar del recinto industrial de Can Ricart del Poblenou. Esta última actividad muestra el carácter transversal de la bienal, de la que emana la voluntad de incluir a todo el mundo. También el jueves se celebró la Nit de les Llibreries con actos en una veintena de establecimientos con más oyentes que compradores. 

Volvamos al Petit Palau, un auditorio en el que no había cobertura y, por tanto, no había móviles en funcionamiento. Muchas manos sostenían libretas, un hecho que compartieron Alfred Brendel, de 87 años, y, por ejemplo, Júlia, una estudiante de bioquímica de 19. En el escenario, el pianista consultaba un cuadernillo con anotaciones para no olvidar aquellas cosas aprendidas, meditadas y teorizadas. Entre el público, Júlia se quedaba con algunas de ellas. "La bienal es un evento muy global y que une a todo el mundo, de diferentes clases y edades. Me parece un proyecto muy interesante, innovador y necesario", sentencia ella.

"La bienal es un evento muy global y que une a todo el mundo, de diferentes clases y edades"

Júlia

— Estudiante de bioquímica de 19 años

Mientras, en el escenario, Sennett y Brendel discutían sobre el papel de la música en la sociedad. El primero se mostró crítico con las políticas culturales que "tratan al público desde la condescendencia". "Odio la palabra accesible", señaló Sennett. "Nunca he creído en un público elevado y otro no elevado", remarcó. "El público se debe esforzar para entender lo que está pasando", le siguió Brendel.

Puestos a comparar bombillas: las de las luces de Navidad suponen más de 850.000 euros al ayuntamiento; de las que trata esta crónica, 700.000.