CRÓNICA DE CONCIERTO

Jason Derulo, sensualidad en familia

El artista pop ofreció una actuación cargada de hits y lujuria ante un público intergeneracional

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Juan Manuel Freire

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Si por algo no destaca el DJ oficial de gira de Jason Derulo, Jae Murphy, es por su sentido del riesgo y afán de sorpresa. 'We found love' (Rihanna), 'I love it' (Icona Pop), 'Gasolina' (Daddy Yankee) y 'This is how we do it' (Montell Jordan), guiño a la música del siglo XX, fueron algunas de las armas que desenfundó para calentar ambiente. Pero el Sant Jordi Club solo empezó a hervir con la llegada de Derulo, que durante buena parte de la actuación se movió por el escenario exhibiendo su torso musculado untado con aceite.

El espectáculo de la gira '2Sides', disco todavía por salir, se basa en la interacción del ídolo de Florida con tres bailarinas. No es un diálogo inocente. A la altura de 'Wiggle', Derulo cantaba "ya sabes lo que hacer con ese culo grande y gordo" mientras una de ellas hacía 'twerking' en el suelo. Si temían que el nuevo puritanismo fuera a acabar con la sexualización del pop, no sufran demasiado.

A Derulo no parece preocuparle en exceso la presencia de niños en el público, y, de todos modos, su especialidad no son las letras explícitas, sino las propuestas románticas o galantes, expresadas sobre producciones dance/pop que pueden tomar elementos del R&B o el hip hop. Y tomar prestados sabiamente aciertos ajenos: dos de las mejores canciones de anoche, 'Whatcha say', primera de la noche, y 'Talk dirty', deben casi toda su eficacia a los 'samples' de canciones de Balkan Beat Box e Imogen Heap, respectivamente.

Poco después de arrancar la actuación, Derulo recordaba unas palabras de su madre: "No vayas a casa de nadie sin llevar un regalo". Luego añadió: "Nosotros traemos muchos regalos". Algunos difíciles de rechazar, como 'Make it up as we go', buen intento de seguir la senda del Timberlake producido por Timbaland, o 'Cheyenne', en la que se deja poseer por el espíritu de Michael Jackson, incluyendo vestimenta y coreografía a lo 'Smooth criminal'. También efectiva es '1, 2, 3', colaboración EDM-cumbia con Sofía Reyes, a la que solo pudo escucharse en diferido.

En ocasiones, los experimentos de apropiación y recombinación no le salen demasiado bien: el miércoles nos libró de 'Fight for you', su remodelación equivocada del 'Africa' de Toto, pero no de su nuevo single con David Guetta 'Goodbye', o el 'Time to say goodbye' de Andrea Bocelli & Sarah Brightman en poco armónica clave reguetón.