CRÍTICA DE CINE

'La buena esposa': Glenn Close, sin más

Lo único que interesa de este relato sobre un novelista y su mujer son el rostro de la actriz y su reflejo de las emociones

Nando Salvà

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Lo único que interesa de este relato sobre un novelista y su mujer, cuya larga y tóxica relación se quiebra cuando él recibe el Premio Nobel, son el rostro de Glenn Close y todas las emociones contradictorias que dibuja. Todo ese caudal dramático, sin embargo, acaba diluido entre subtramas innecesarias y torpes flashbacks, y por la redundancia folletinesca con la que la película recuerda el modo en que el hombre abusa de la mujer en el ámbito doméstico y en el laboral. En todo caso, el mensaje feminista se percibe impostado a causa tanto de la improbable sorpresa argumental como de algún personaje puramente caricaturesco.