LA GRAN CITA DEL CINE FANTÁSTICO DE CATALUNYA

'El año de la plaga': los ultracuerpos invaden Sitges

Carlos Martín Ferrera estrena en el festival la adaptación de la novela apocalíptica de Marc Pastor, repleta de referentes a históricos del género y a hitos de la cultura pop

Carlos Martín Ferrera, director de 'El año de la plaga'

Carlos Martín Ferrera, director de 'El año de la plaga' / periodico

Julián García

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace ocho años justos, Marc Pastor, novelista y agente de la policía científica de los Mossos, publicó uno de los hitos de la literatura fantástica catalana, ‘El año de la plaga’ (RBA / La Magrana), relato apocalíptico ambientado en Barcelona sobre una epidemia transmitida por unos misteriosos eucaliptus. Por sus páginas se paseaban con autoconsciente impunidad referentes históricos del género como ‘La invasión de los ultracuerpos’ o ‘Soy leyenda’, así como electrizantes citas a hitos de a cultura popular de los 80 y 90 como ‘Jungla de cristal’, ‘Reservoir dogs’ o ‘Sensación de vivir’.

Cierto día, el director onubense Carlos Martín Ferrera entró en una librería y descubrió entre las pilas de novedades ‘El año de la plaga’. Echó un vistazo a la solapa, leyó la trama y pensó que ahí había un material de primera para hacer una película. El destino quiso que, cinco años después, el productor David Matamoros le propusiera dirigir la versión cinematográfica de la novela de Pastor. “¿Cómo iba a decir que no?”, afirma Martín en conversación con este diario, en la víspera del estreno de su filme, el jueves, en el Festival de Sitges, fuera de concurso.

“Hemos intentado hacer algo fresco y original, asumiendo que será difícil satisfacer al cien por cien a los fans de la novela. Es algo que suele pasar siempre en las adaptaciones de obras literarias. ¿Cómo estar a la altura de las expectativas? Si muchos grandes directores han pinchado adaptando novelas, imagínate un tipo como yo”, se pregunta Martín mientras sonríe y encoge los hombros. “Más allá de tener que eliminar tramas por fuerza, mi máxima preocupación ha sido encontrar el tono. La historia bascula entre el ‘thriller’, el terror, la comedia y el romance, y a efectos narrativos es un popurrí un poco confuso. Así que intenté inspirarme un poco en películas de género tipo Sundance, como ‘Buscando un amigo para el fin del mundo’ (Lorene Scafari, 2012) o ‘Seguridad no garantizada’ (Colin Trevorrow, 2012), con ese cuidado por la frescura, el humor sutil y la riqueza de los personajes. Y, por supuesto,  en ‘El incidente’ (M. Night Shyamalan, 2008), con ese fin del mundo que nunca se ve pero que se percibe a través de Mark Wahlberg y Zooey Deschanel y de cuatro pinceladas”.

Relato de personajes

La adaptación de Martín de ‘El año de plaga’ es, en efecto, un relato esencialmente de personajes, en el que el apocalipsis -esos eucaliptos de otro mundo que duplican a la gente al estilo de las atroces vainas de ‘La invasión de los ultracuerpos’- ejerce de contexto extremo para hablar de relaciones sentimentales fallidas, de inmadurez o de desubicación generacional. Martín relata la historia de Víctor (Iván Messegué), un ultraísta de la cultura pop que acaba de romper con su novia y que en plena zozobra de desamor se ve abocado a intentar poner remedio al fin del mundo. “Mis personajes vendrían a ser un poco como si los niños de ‘Stranger things’ tuvieran ya 40 años. Tipos como yo, que han crecido en los 80, con esos referentes, esas películas, esa música. Y que hoy somos unos frikis o unos dispersos culturales. Y más aún los que nos dedicamos a cosas artísticas o al cine”, explica Martín.

El director andaluz, residente en Mollet, regresa a Sitges doce años después del estreno de su primer largometraje, el claustrofóbico ‘Zulo’ (2006), con el que ganó una mención del jurado. “Ha sido difícil hacer carrera, todo mi cine ha sido muy independiente, muy autoproducido, y esas cosas cuestan”, admite Martín, que tiene otro proyecto “muy pequeñito” en marcha. “Pero hoy solo pienso en ‘El año de la plaga’”, ríe el director, necesariamente nervioso ante la puesta de largo de la película en Sitges. “Se ha intentado hacer lo mejor posible”, admite con desarmante sencillez.