funeral

La última ovación a Caballé

Pedro Sánchez y el president Quim Torra junto a Barnabé Martínez y Martí Caballé.

Pedro Sánchez y el president Quim Torra junto a Barnabé Martínez y Martí Caballé. / periodico

Marta Cervera

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La emoción ha presidido el multitudinario funeral de Montserrat Caballé en el oratorio del tanatorio de Les Corts, donde a las 12 de este lunes se ha oficiado el último adiós a la universal soprano barcelonesa, fallecida en la madrugada del sábado a los 85 años en el Hospital de Sant Pau por una insuficiencia renal provocada por un problema de vesícula. No cabía ni un alma en el oratorio, y muchas personas se vieron obligadas a quedarse de pie. Todas han brindado al final de la ceremonia religiosa una última ovación a la diva, un aplauso sincero y cerrado, incluso con algún 'bravo', por parte de gente venida de todas partes. Surgió de manera espontánea tras sonar la última nota de 'La vergine degli angeli', de la ópera 'La forza del destino', de Verdi, con la cristalina voz de la fallecida que ha sido enterrada en el cementerio de Sant Andreu, junto a sus padres. Su funeral fue, como ella quería, una ceremonia sencilla y abierta a todo el mundo.

Su impresionante voz marcó diferentes momentos de la misa en castellano oficiada por el padre Ángel, carismático sacerdote de talante progresista amigo de la familia. Empezó con el 'Ave María', de Schubert, e incluyó otras melodías que Caballé interpretó a lo largo de su carrera y que tanto amaba como 'O mio babbino caro', de la ópera 'Gianni Schicchi', de Puccini, y 'Lascia ch'io piangia', de 'Rinaldo', de Händel, donde cantaba junto a su querida hija, también soprano. "Ha sido una ceremonia preciosa", declaró el tenor Josep Carreras, que empezó su carrera internacional cantando con ella. "Un funeral perfecto en todos los sentidos, aunque he echado en falta, sin querer crear polémica, un poco más de catalán", ha añadido al salir ante los medios de comunicación que cubrieron el acto.  

Amigos íntimos, personas que la apreciaban y figuras de la lírica arroparon al clan Caballé, que como siempre ha hecho piña, en esta ocasión para despedir a la matriarca y contener el dolor por la pérdida. Su marido, el tenor Bernabé Martí que compartió con ella más de medio siglo y que cumplirá 90 años dentro de un mes; sus amados hijos, Montse y Bernabé; su hermano y agente de toda la vida, Carlos, y su sobrina Montse (fiel ayudante de la soprano), han recibido el pésame de numerosas personas, tanto populares como anónimas.

Su cristalina voz  se escuchó durante la misa con grabaciones pasajes operísticos, el 'Ave María' de Schubert 

 

Como la Caballé deseaba, todos los que han querido han podido acercarse a darle el último adiós, y han sido muchos. En el funeral han coincidido personalidades de los mundos de la cultura y la política. Entre las primeras estuvieron los tenores Jaume Aragall y Josep Bros, el barítono Joan Pons, el violagambista y director musical Jordi Savall con su esposa Maria Bartels y el director y compositor Antoni Ros Marbà. Tampoco faltó a la cita el director del Teatro Real, Joan Matabosch, que durante añós 'pilotó' las temporadas artísticas del Liceu. Precisamente el Liceu, 'su' Liceu, el teatro con el que mantuvo una intensa e íntima relación, estuvo representado por Salvador Alemany, presidente del Patronato de la Fundació del Gran Teatre del Liceu; Valentí Oviedo, director general; Christina Scheppelmann, directora artística, y Josep Pons, titular de la Orquestra Simfònica del Liceu.

Entre las autoridades destacó la presencia de la reina emérita Sofía, gran amante de la música, así como Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, y Quim Torra, su homólogo en la Generalitat, en el primer encuentro entre ambos desde el ultimátum de Torra. Ambos han hablado antes de empezar la ceremonia, mientras se esperaba la entrada del féretro. Pero, a la salida, cada uno ha tomado un camino distinto. Solo el adiós a la fallecida, una mujer que se sentía tan catalana como española, los mantuvo unidos.  

Artistas extranjeros

Algunos de los presentes habían viajado desde el extranjero para dar el último adiós a la diva. Al Bano, famoso cantante italiano, vino desde Brindisi y la soprano lituana Nomeda Kazlaus -que cantó con ella y participó en el documental 'Caballé, més enllà de la música'- desde Finlandia. Plácido Domingo, otro gran amigo, no pudo estar por encontrarse en Los Ángeles pero hizo llegar las condolencias y envió una corona de flores. "Tenía un alma especial. Ella, como gran artista que era, nos abandona materialmente pero seguirá entre nosotros por todo lo que hizo tanto artística como humanamente. Caballé era una gran representante del arte," destacó el cantante que actuó con ella en Peralada con un programa 'crossover'. De todos los conciertos juntos recordó, entre otros, uno en el Duomo de Milán.  

Asimismo acudieron a Les Corts el ministro de Cultura, José Guirao; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el presidente del PP, Pablo Casado, la 'consellera' de Cultura, Laura Borràs y una larguísima ristra de políticos. Entre ellos Inés Arrimadas, de Ciudadanos; Miquel Iceta, del PSC y muchos del PP, como el exministro de Interior Jorge Fernández Díaz y la exministra de Sanidad, Dolors Montserrat. También estaban el presidente del Parlament, Roger Torrent, el comisionado de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, Joan Subirats, y la delegada del gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera

Elena Mora, presidenta de la Fundación Victoria de Los Ángeles, señaló que a pesar de la leyenda según la cual ambas divas estaban enfrentadas, siempre se admiraron mutuamente. Con tantas entrevistas concedidas a lo largo de su vida no es extraño que estuvieran entre los asistentes periodistas mediáticos como Mercedes Milá. También Luis del Olmo y Jesús Mariñas, este último amigo íntimo de la familia y fan declarado de Caballé. También debía serlo el padre Apeles que se unió, sin ser invitado, al padre Ángel y a su ayudante, el cura Jorge Patiño, ambos conocidos de la familia. Como la diva quería una ceremonia abierta, nadie osó decir nada. 

Unas 600 personas asistieron al último adiós a la diva pero habrá otra misa en su recuerdo más adelante en Barcelona. La familia quiere buscar un lugar con suficiente capacidad. Persona creyente, Caballé llegó a tener sus dudas sobre su entrada en el paraíso eterno, explicó el padre Ángel. "Seguro que una persona que ha cantado tantas 'Ave Marías' está en el cielo y seguirá cantando con el coro de ángeles", aseguró parafraseando lo que en su día le dijo a la soprano su otorrinolaringólogo, el doctor Clarós. 

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