CRÓNICA

The Posies, 30º aniversario a corazón abierto

La banda de Seattle, superviviente del indie-rock de los 90, celebró su vigoroso y emotivo power-pop en la sala Upload

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Jordi Bianciotto

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En la categoría de las bandas entrañables del rock de los 90 brillan The Posies, demasiado sentimentales para el grunge y rematadamente clásicos para que los más modernos de la clase les prestaran atención. Pero la ecuación que suma vigor ejecutivo y vocación conmovedora tiene en su repertorio altos exponentes, canciones que este sábado en la sala Upload volvieron a ponernos la piel de gallina, esta vez bajo el eslogan de su 30º aniversario de carrera.

Sí, la quinta del indie-rock suma años y se pone nostálgica, un estado de ánimo de lo más propicio para que esta formación del entorno de Seattle recorriera piezas que ya cuando fueron acuñadas transmitían melancolía entre líneas. The Posies lucen en esta gira una formación de gala, un cuarteto en el que, junto a su pareja de cantantes-guitarristas-compositores, Jon Auer y Ken Stringfellow, figuran los recuperados Dave Fox (bajo) y Mike Musburger (batería). La formación de ‘Frosting on the beater’ (1993).

Pero el concierto no se limitó al recorrido por esa obra sino que las repescas de ‘Definite door’ o ‘Love letter boxes’ se cruzaron con incursiones en otros títulos clásicos, como ‘World’, o de su obra más moderna, caso de ‘So Caroline’. The Posies, presumiendo de sus dotes para la melodía y el acorde vivificante, alternando liderazgos vocales y aportando ingeniosos punteos de guitarra, a veces en la frontera con el manierismo.

Doble cumpleaños

A media actuación, un alto en el camino cuando Stringfellow, el hombre que fue adjunto de REM entre 1999 y 2005, se paró a hablar del aniversario del grupo con su habitual estilo entusiasta. “¡Hace 30 años que tocamos música juntos! ¡Yeah! ¡Hemos reeditado los viejos discos! ¡Yeah!”. A la celebración se sumó otra: Auer cumplía 49 años el sábado y fue agasajado con un ‘Happy birthday’ que Stringfellow pidió al público repetir en catalán. “Moltes felicitaaats…” Momento de euforia que la pareja quiso rebajar con la canción más delicada y quebradiza de la noche, ‘You avoid parties’, a dos voces y dos guitarras, un ‘must’ procedente de un disco propenso al recogimiento, el segundo, ‘Dear 23’ (1990).

Retomando la fibra eléctrica, un ‘Licenses to hide’ con Xesca Fort, telonera de la noche, como voz invitada y Stringfellow pasándose al teclado, y el apogeo final a través de ‘Everybody is a fucking star’, ‘Flavor of the month’ y ‘Solar sister’. A contrarreloj, dadas las servidumbres de la sala con el servicio de discoteca, aún hubo ocasión de degustar ‘I may hate you sometimes’ y ‘Throwaway’, y de actualizar, en fin, en nuestras cabezas el retrato de The Posies como una banda que sigue siendo todo corazón.