CRÍTICA DE CINE

'Un pequeño favor': 'noir' a todo color

La sucesión de diálogos enérgicos e ingeniosos no logra esconder la falta de sustancia general de la historia de la película de Paul Feig

Nando Salvà

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Un pequeño favor explora con alegría y a ratos de forma inquietante los estereotipos femeninos del cine negro, y en el proceso combina alusiones temáticas a títulos como Perdición (1944), Vértigo (1958) y una ambientación que versiona a Douglas Sirk. La enrevesada maraña de fantasmas pasados, identidades secretas y tendencias pirómanas que el director Paul Feig plantea resultaría algo trillada de no estar planteada con tano sentido del humor, pero la sucesión de diálogos enérgicos e ingeniosos no logra esconder la falta de sustancia general de la historia. Es una película de dos horas que se hace sustancialmente más larga.