entrevista

Joan Miquel Oliver: "La discriminación de la mujer está incluso bien vista"

El músico mallorquín publica 'Elektra', su tercer disco tras la disolución de Antònia Font, inspirado en la figura mitológica que plantó cara al patriarcado

zentauroepp45114902 icult180924160938

zentauroepp45114902 icult180924160938 / .45114902

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ahora resulta que 'Pegasus' (2015) y 'Atlantis' (2017) eran parte de una trilogía completada ahora con 'Elektra'. Un disco que Joan Miquel Oliver ha grabado con sus compañeros de gira, el teclista Jaume Manresa (que fue compañero suyo en Antònia Font) y el batería Xarli Oliver, así como la voz invitada de Joana Gomila.

Cuando grabó 'Pegasus', ¿ya sabía que era el primer eslabón de una trilogía?

Sí, a partir de la mitad de aquella producción ya decidí que serían tres discos y con esas tres portadas, jugando con los colores: 'Pegasus' es azul y verde, 'Atlantis' es naranja y rosa, y 'Elektra' es la síntesis de todos los colores.

¿El tres tiene algún significado para usted?

Claro, ¡nosotros somos aristotélicos! Tesis, antítesis, síntesis… ¡Esto es Hegel! Lo dice nuestro ADN.

"El número tres es perfecto, ni poco ni mucho"

Así, ¿'Elektra' es una síntesis?

Un poco sí. A lo mejor, temáticamente, no, pero ahora un cuarto disco ya no tendría sentido. Yo siempre que escribo y me pongo objetivos, son tres. El número tres es perfecto, ni poco ni mucho.

¿'Elektra' es una figura heroica?

No, es una mujer que vivió en pleno apogeo del patriarcado, después de la guerra de Troya y todo aquello, y simboliza un poco la discriminación de la mujer. Es un personaje discriminado. Este disco va de feminismo, familia… Con canciones como 'Per a totes ses mamàs'.

¡Su canción más cursi!

No, ¡cursi, no! No sé qué es. Es otra cosa. Se ha inspirado un poco en el público de los conciertos: ahora hay críos por todas partes, y mujeres embarazadas. Es muy bonito.

¿Joan Miquel Oliver, contra el patriarcado?

El patriarcado es una cosa muy antigua. Pero antes, cuando la maternidad era un misterio, a la mujer se la respetaba porque paría hijos. En Mallorca hay pinturas que reflejan aquel matriarcado, cuando la jefa de la tribu elegía a su cónyuge y después lo mataba.

¿Le parece que saldríamos ganando con este sistema?

Bueno… No me parece mejor, pero ahora hay una discriminación de la mujer que está perfectamente aceptada, que es tradicional y está incluso bien vista.

¿Se identifica como feminista?

Sí, y tanto que sí. La discriminación por ser mujer es muy evidente y está en nuestra manera de hablar y de actuar. No se puede no estar en contra de esto.

"Yo me he sentido discriminado por no saber jugar a fútbol, por ser buen estudiante, por no ser un ligón..."

'Hipotèrmia' es una niña que siempre tiene frío y defiende sus derechos. ¿Una parodia?

Es un canto a los discriminados de toda clase: por judíos, por negros, por ser catalanes… Cosas que no puedes evitar ser. Hipotèrmia siempre tiene frío y no tiene amigos.

¿Se mofa de las discriminaciones inventadas?

¡En absoluto! Me dirijo a todos los discriminados del mundo. Yo me he sentido discriminado también: por ser niño y no saber jugar a fútbol, y por ser buen estudiante, y por no ser un ligón a los 14 años… Hay quien supera sus motivos de discriminación discriminando a alguien, y yo, en cambio, empatizo con ellos.

En 'Me’n vaig a viure a Lleida' insinúa que esa provincia sea un alma gemela de Mallorca.

Clara Viñals (Renaldo & Clara) dice: "Los leridanos somos mallorquines con mala suerte", porque tenemos ese carácter de supervivientes, alejados de Barcelona, nadie nos defiende…

Este disco sale solo año y medio después del anterior, forzando un poco la máquina. ¿Crea más obra de la que el mundo está dispuesto a absorber?

Yo tengo mi ritmo. Me he anticipado medio año, pero no importa. Y creo que mi público está preparado para asumirlo. Nadie me ha dicho: "Tío, no hagas más discos, que todavía estoy escuchando el anterior". Sería ridiculo.

Da la impresión de que cada canción suya parte de un parámetro distinto: una melodía, una atmósfera, unas palabras…

Yo cojo la guitarra y trato de poner en palabras todo lo que veo. 'Honey' salió de lo que me dijo alguien: "Llevas una vida casi normal". Cada canción tiene su motivación. Me gusta mucho tocar la guitarra, ¡y eso que hace 30 años que la toco! Y cada vez que la cojo salen cosas nuevas.

Hace unos meses Antònia Font se reunió en Palma, en el concierto en defensa de la libertad de expresión. 

Fue algo muy bestia. Alucinamos con el público. Nos lo tomamos de una manera muy normal, porque nosotros nunca creímos todo eso del éxito, más allá del sentido común. Y era obligado tocar allí. No hacerlo habría sido feo.

¿Una reunión sin continuidad?

Sí, en Antònia Font están todos en historias muy diferentes. Y somos distintos a otros grupos. Somos atípicos. Ya fue raro que nos separásemos. Estábamos a tope, tocando, y fue una decisión de dos días.

"Me gustaría tocar más: montar dos o tres repertorios distintos, ser generosos y no limitarnos a tocar 20 canciones sino tener 35 ensayadas"

Suya, sobre todo.

Yo lo propuse porque vi que el grupo no respondía a una visión sino que había cinco individuos y que cada uno iba a su rollo. No había interés en un proyecto común. Lo propuse y todos dijeron "vale".

Y nos hemos quedado sin la voz de Pau Debon, que se ha apartado de la música estos años.

Pau es muy pasota. Su hermano también. Pau hizo un papel buenísimo en el concierto de Palma. Le vi muy bien.

Bien, y ¿después de la trilogía, qué?

No lo sé, lo que me gustaría es tocar más: montar dos o tres repertorios distintos, ser generosos y no limitarnos a tocar 20 canciones sino tener 35 ensayadas. Sí, quiero dar más conciertos.