CRÍTICA DE LIBROS

'Mudar de piel': Tragos y estragos en familia

El último libro de relatos de Marcos Giralt Torrente ofrece la garantía de un escritor dotado y exigente

fcasals16256191 barcelona  barcelones  16 06 2011   icult    entrevista al e180918180849

fcasals16256191 barcelona barcelones 16 06 2011 icult entrevista al e180918180849 / .16256191

Domingo Ródenas de Moya

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En febrero de 1353, en una venganza digna de 'Juego de Tronos', el rey Pedro el Cruel (o el Justo, según) mandó degollar y quemar a Alfonso Fernández Coronel, alguacil mayor de Sevilla. Este, de camino al cadalso, le dijo al lugarteniente del rey: «esta es Castilla, que hace a los hombres y los gasta». La frase hizo fortuna y me ha venido a la cabeza mientras leía los cuentos del último libro de Marcos Giralt Torrente, 'Mudar de piel', porque bien se les podría aplicar la sentencia con un pequeño cambio: donde dice ‘Castilla’ debería decir ‘la familia’.

En efecto, los nueve cuentos giran en torno a la inmensa capacidad de la institución familiar para construir y destruir a las personas, sobre todo esto segundo en todas sus variantes con aflictiva incidencia en sus miembros más vulnerables, los niños. Giralt Torrente sabe lo fácil que resulta que un padre o una madre socaven la autoestima, la confianza o lastimen la afectividad de los hijos, lo sencillo que es inducir —a veces sin pretenderlo— inseguridad, desamparo, desorientación o miedo. Y cómo nacen piedras en el alma y sentimientos turbios cuando los padres lo son todo, cuando funcionan como un dosel protector y un espejo. Con la quirúrgica delicadeza que requiere este asunto, ya probada en 'Tiempo de vida' (2010), Giralt Torrente se acerca a los traumas, mermas y laceraciones que lleva consigo la gente. Para ello elige a narradores de sí mismos, yoes magullados a los que la orfandad en diversos grados les ha dejado incompletos y que relatan un momento crucial de su pasado.

 Aunque los relatos están unidos por el tema y el tipo de narrador, cada uno aborda un aspecto distinto del variado trastorno infligido por la familia. No hay piruetas formales, porque la fuerza y la virtud de estos cuentos radica en la indagación en los estados de conciencia, en las persistencias del pasado y en la percepción del presente de los personajes, algunos de ellos también escritores y no por ello inmunizados contra las ansiedades de cualquier mortal. Hay cuentos excelentes, como 'Mudar de piel',  el cinéfilo 'Lucía y yo', el perturbador 'Un refugio imprevisto' o 'Traición', que pide una segunda lectura, pero todo el libro ofrece la garantía de un escritor dotado y exigente.

Marcos Giralt Torrente, Mudar de piel, Barcelona, Anagrama, 2018.