ESTRENO EN BCN DE UN CLÁSICO RENOVADO

Don Quijote baila en el Liceu

José Carlos Martínez, director de la Compañía Nacional de Danza, apuesta por una versión del clásico de Petipa más dinámica y cinematográfica

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Marta Cervera

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Cuando José Carlos Martínez llegó a la Compañía Nacional de Danza (CND) en el 2011, montar ‘Don Quijote’, popular clásico del ballet, era un sueño. La compañía acababa de cerrar un ciclo con Nacho Duato quien la llevó a lo más alto potenciando únicamente el repertorio contemporáneo. Esta primera producción clásica de la CND en 25 años, estrenada en el 2015, ha recibido el aplausos de público y crítica. Ya se vio en Sant Cugat pero a partir de este viernes desembarca por fin en el Liceu.

Las cinco funciones previstas hasta el domingo permitirán valorar el momento de la compañía en este inicio de temporada.  La orquesta del coliseo, dirigida por Oliver Díaz, interpretará la música que Ludwig Minkus creó para el famoso ballet de Marius Petipa estrenado en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1869.

Relectura necesaria

Más de 70.000 personas han visto ya esta versión más fresca y dinámica, "con un toque especial", como le gusta recordar al director. Fiel a la tradición pero acorde con los tiempos actuales, su relectura del clásico de Petipa incorpora elementos de la versión de Gorski así como las de los bailarines Rudolf Nureyev y Mikhail Barishnikov. “Se puede seguir bailando danza clásica de una manera más actual”, opina Martínez que fue 'étoile' de la Ópera  de París y lleva esta obra en los genes.  “Mi propuesta respeta la tradición pero innova para que el público de hoy tenga las mismas emociones que provocó la versión original”.

Recuerda que no se puede obviar que todo ha evolucionado. “Ahora hay internet, vamos haciendo zapping por todos lados, no nos concentramos mucho”. El director le ha dado un toque cinematográfico. “En vez de tener un cuerpo de baile detrás y dos solistas bailando, cada bailarín tiene su propio personaje y pasan varias acciones a la vez”.  Y se ha permitido ir más allá con el personaje que da título a la obra.  Su 'Quijote' no solo imagina a su amor, Dulcinea. “Le doy la posibilidad de verla, casi de tocarla y hasta puede bailar con ella en un dúo que he creado de transición en el segundo acto.” 

La pieza se basa en las Bodas de Camacho, un divertido episodio de la famosa novela de Cervantes protagonizado por los amores de Basilio y Quitea, una joven prometida a un hombre rico mucho mayor que ella. Martínez ha intentado aportar mayor humanidad a los personajes y más autenticidad a los bailes. “Sin querer sonar pretencioso, hago la versión que a Marius Petipa le hubiera gustado hacer”, señala. No es lo mismo hacer un ballet de sabor español con bailarines rusos en el siglo XIX que abordar la pieza hoy con un conocimiento profundo de las danzas españolas. "Mayte Chico, bailarina de la compañía de Antonio Gades nos ayudó a en bailes como las seguirillas". Y también en la incorporación de un bolero y un fandango.    

"Sin querer sonar pretencioso hago la versión que a Petipa le hubiera gustado hacer", afirma el jefe de la CND

Los 50 bailarines de la compañía, 34 de ellos españoles, estarán en Barcelona con tres repartos diferentes. Gente con experiencia como Cristina Casa y Anthony Pina se alternarán en los roles protagonistas con jóvenes valores como Ángel García Molinero y Harushi Otani. "Es importante dar paso a las nuevas generaciones".

De cara al futuro, la CND seguirá alternando repertorio clásico y contemporáneo. Este otoño estrenará 'Cascanueces' y prepara nuevas piezas como 'Bill', de la israelí Sharon Eyal. “Como compañía nacional hemos de desarrollarnos en las dos vertientes a la vez: clásico y contemporáneo. El bailarín debe nutrirse de todo”.

Su balance de ocho años frente a la compañía es muy positivo.  "Hemos llegado mucho más lejos de lo que pensaba", confiesa Martínez. Pese a los logros, siguen sin sede estable. "Es el mayor problema. Somos una compañía itinerante --admite-. Hacemos 70 espectáculos al año y no podemos hacer más con tanto viaje. Los bailarines necesitan bailar más".