LO QUE NO SABÍAS DE...

Las curiosidades y anécdotas de la comedia picaresca 'Yucatán'

Su director, Daniel Monzón, nos cuenta algunos de los secretos del rodaje del filme

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Eduardo de Vicente

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Esta comedia picaresca y marítima aspira a convertirse en uno de los grandes títulos del verano. Una producción compleja y muy laboriosa que ha conllevado múltiples anécdotas. Empezaremos por algunas que nos explica el propio director, Daniel Monzón.

-Motín a bordo: El primer día de rodaje en el barco con el que cruzamos el Atlántico hubo un motín de los pasajeros, unos tres mil brasileños con comprensibles ganas de juerga que se vieron privados por nuestra culpa de la música en la piscina, su centro neurálgico de diversión, y del acceso a su principal sustento: las caipiriñas. Aunque por un momento temí acabar con todo mi equipo y las cámaras en mitad del océano, la cosa terminó por calmarse y conseguimos convertirnos en el transcurso de los días en las simpáticas mascotas del barco.

-Prueba superada: Joan Pera me confesó que le daba mucho respeto viajar, siempre le había dado aprensión por no decir pánico. La primera prueba de fuego, el viaje transoceánico en avión que le llevó a Brasil, se saldó con éxito y algunas pastillas. Luego vino lo de cruzar el Atlántico encerrado en un barco durante cuatro semanas. Después lo de volar a Tenerife y subir a un volcán a 3.600 metros de altura, luego lo de volar a México y recorrer la selva en un carro de caballos... Tras Yucatán está planeando irse a Japón.

-Unos ancianos con mucha marcha: Hay una secuencia delirante en la que Luis Tosar secuestra un autobús del Imserso y baja a velocidad de vértigo por las carreteras llenas de curvas del Teide. El nutrido grupo de míticos abuelos de entre setenta y ochenta años que iba en ese autobús infernal disfrutó de tan extrema experiencia más que Tom Cruise rodando seis misiones imposibles, a cada trompo del autobús exigían a voz en grito: "¡otro, otro!"

-Poltergeist en México: Cuando rodamos en un mausoleo de un cementerio en Mérida, México, comenzaron a ocurrir fenómenos extraños: la cámara sólo captaba un extraño color verde fosforescente, como de ectoplasma, el registro de diálogos era incomprensible, como extrañas voces cuchicheando al revés, y nuestra carpa para los monitores de rodaje voló de pronto por los aires. Como lo cuento. Decidí que un chamán pidiera disculpas a los muertos por la intromisión e inmediatamente, aceptada nuestra presencia por el más allá, todo volvió a la normalidad. De Iker Jiménez, en serio.

Y otras curiosidades que hemos descubierto:

-Un escritor indispensable: Jorge Guerricaechevarría vuelve a ser el coguionista de Monzón. Participó a nivel de colaborador en su segunda película, la reivindicable El robo más grande jamás contado y ya no se han separado.

-Reencuentro actoral: Luis Tosar y Rodrigo de la Serna ya habían trabajado juntos, y no hace mucho, en 2016. Eran dos de los atracadores de Cien años de perdón. Ahora son dos timadores, ¿se estarán encasillando como pareja de ladrones?

-Una nueva imagen: Luis Tosar nos sorprende cantando (aunque no es la primera vez que lo hace, de hecho tiene un grupo denominado The Ellas), pero también podremos verlo ¡con pelo! y algo, aún más insólito, disfrazado de travesti.

-El largo viaje: El filme fue rodado a lo largo de 11 semanas en tres continentes diferentes (Europa, África y América) y se filmó en países como México, Brasil, Marruecos, ciudades como Madrid y Barcelona, así como en las Islas Canarias. Parte de la grabación tuvo lugar durante una travesía de dos semanas en un crucero real por el Océano Atlántico con pasajeros auténticos a bordo.

-Un concepto nuevo: Daniel Monzón, ironizando con las road movie (películas de carretera), habitualmente norteamericanas, la define como una boat movie (película de barco).

-Los números musicales: Las coreografías han sido creadas por la catalana Coco Comin, que tiene amplia experiencia en este campo. Fuera de Catalunya es conocida por haber sido jurado de O.T. en dos ediciones.

-Tributo a los creadores de Top SecretUna de las escenas más sorprendentes del filme es la del ballet, altamente escatológica. El realizador reconoce que es una gamberrada que pretende homenajear a Jim Abrahams y David y Jerry Zucker (los creadores de Aterriza como puedas) y más en concreto, a su Top secret

-Un apellido popular: El pianista que interpreta Rodrigo de la Serna es conocido como Clayderman, como Richard Clayderman, un músico francés que se hizo muy popular en los 80 con un tema que compuso para su hija, Balada para Adelina.

-El actor revelación: Joan Pera es un actor sobradamente conocido en Catalunya por sus comedias teatrales (como La extraña pareja) o por sus trabajos en cine con Ventura Pons (Forasters o Sabates grosses) pero, hasta ahora, nunca había tenido un papel de entidad en castellano y fuera de aquí únicamente es conocido por ser el doblador habitual de Woody Allen. Ahora le conocerán también por su cara. Es la gran sorpresa y su trabajo tiene aroma de Goya.