QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

El mejor cine argentino reciente aterriza en el Texas durante tres semanas

Podrán verse títulos como 'El lado oscuro del corazón', 'Martín (Hache)', 'El hijo de la novia' o 'El secreto de sus ojos'

elladooscurodelcorazon

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Eduardo de Vicente

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Hace ya unos años que el cine argentino se ha vuelto a poner de moda en nuestro país, fruto de unas historias cercanas que saben transmitir sentimientos, unos intérpretes con los que el público puede identificarse y unos diálogos inteligentes repletos de matices. Para comprobarlo basta con pasarse uno de estos días por los Cinemes Texas, que ofrecen una retrospectiva bastante completa de esta cinematografía. Y a un precio imbatible, solo 3 euros los laborables y 4 de viernes a domingo.

El ciclo se inicia hoy con tres títulos imprescindibles. El lado oscuro del corazón (1992), de Eliseo Subiela habla de un poeta bohemio sentimentalmente inestable (Darío Grandinetti) que busca denodadamente a una mujer que sepa volar. En Montevideo conoce a una prostituta (Sandra Ballesteros) de la que se enamora profundamente, pero ella únicamente pretende tener con él una relación profesional. Una estimulante y sorprendente cinta presidida por la poesía de Benedetti, que se integra perfectamente en el filme sin llegar a convertirse ni en cursi ni en pedante. Divertida, emotiva, sensible, vitalista, fresca, surrealista y sensual. Fue un éxito que se prolongó en sesiones golfas y tuvo una desangelada continuación.

En Martín (Hache) y suponía el reencuentro del director y dos de los protagonistas de Un lugar en el mundo: Adolfo Aristaráin, Federico Luppi y Cecilia Roth, a los que se unían Eusebio Poncela y Juan Diego Botto. Un director de cine argentino que reside en Madrid recibe una llamada de su exmujer que le comunica que su hijo ha intentado suicidarse. Después de visitarle en Argentina, se ve obligado a regresar con él a España y acostumbrarse a vivir con el joven. Ambos descubrirán progresivamente sus respectivas personalidades. El muchacho conocerá a la nueva amante de su padre y a su mejor amigo, un actor homosexual que ha probado todo tipo de drogas. Juntos pasarán unos días en un chalet donde estallarán todos sus problemas. 

Ricardo Darín se convierte en estrella

Pero si una película contribuyó a la pasión por el cine argentino fue El hijo de la novia de Juan José Campanella, que se mantuvo un año en cartel (2001), algo increíble para la época. Esta tragicomedia convirtió en estrella a Ricardo Darín que daba vida a un hombre divorciado que recibe con sorpresa la noticia de que su anciano padre quiere cumplir un deseo juvenil de su esposa, ahora enferma de alzheimer, y casarse con ella por la Iglesia. Este hecho, y un inesperado ataque al corazón, harán que su hijo se replantee toda su vida y pase, de la negativa inicial, a comprender y apoyar del todo la decisión de su progenitor. Héctor Alterio y Norma Aleandro completaban el trío de ases.

La semana próxima se incorporarán nuevos títulos y volverán Darín y Campanella con El secreto de sus ojos (2009) que obtuvo, contra pronóstico, el Oscar a la mejor película extranjera. Es un drama centrado en el empleado de un juzgado penal que acaba de jubilarse y planea escribir una novela sobre un caso que vivió en 1974, cuando fue encargado de investigar la violación y asesinato de una hermosa joven. El desenlace es altamente sorprendente y tuvo un remake norteamericano bastante discreto, El secreto de una obsesión, con Nicole Kidman y Julia Roberts.

Una pareja de directores ascendentes

Tambíen llegarán al Texas dos trabajos del estupendo tándem creativo formado por los ascendentes Mariano Cohn y Gastón Duprat. El primero es El hombre de al lado (2009), una inteligente sátira socialEl hombre de al lado basada en el enfrentamiento entre dos protagonistas opuestos: un intelectual esnob que aparenta ser muy educado y el tipo humilde con soluciones para todo. El primero es un prestigioso diseñador que vive en una casa de lujo, pero su tranquilidad se ve alterada con la llegada de un nuevo vecino que quiere abrir una ventana en su piso, justo enfrente de su domicilio. El conflicto está servido y las consecuencias serán imprevisibles. El ciudadano ilustre (2016) se ocupa de un argentino ganador del Premio Nobel de Literatura que reside en Barcelona y acepta regresar durante unos días a su pueblo natal, centro de su obra, para recibir un homenaje 40 años después de que se marchara de allí. Pero nada saldrá como estaba previsto. Arranca como una comedia pero, a medida que avanza el metraje, la sonrisa se va congelando y casi se convierte en un wéstern de Sam Peckinpah.

El 7 de septiembre se incorporan tres películas más aunque menos redondas que las citadas. En El último traje (2017), un anciano judío (Miguel Ángel Solà) que vive en Argentina decide escapar de su familia para viajar hasta su Polonia natal. Allí pretende encontrar a un antiguo amigo que le salvó de los nazis. Nieve negra (2017), con Darín, Leonardo Sbaraglia y la catalana Laia Costa es un drama con elementos de intriga. Un hombre regresa con su mujer a la Patagonia, donde vivió su juventud. Allí intentará convencer a su hermano, con el que no se llevaba bien, de que vendan las tierras que han heredado. Finalmente, Me casé con un boludo (2016) es una simpática comedia sobre un popular actor argentino de fama internacional que se enamora de su última compañera de rodaje, una actriz primeriza, y deciden casarse. Poco después, ella descubre que es un cretino y les cuenta a sus amigos que planea dejarlo, pero él la escucha y trama un plan para no perderla. Tres semanas para empaparse del mejor cine argentino.