'El viaje de Nisha': el choque cultural de una paquistaní que vive en Noruega

El cine sirve en muchas ocasiones para acercarnos temáticas que ni siquiera hubiéramos imaginado y que nos hacen reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. Entre los estrenos más recientes destaca un drama femenino que aborda el choque de culturas en primera persona, ya que narra las experiencias vividas por la directora. Se titula El viaje de Nisha y es una producción entre Noruega, Suecia y Alemania.

La protagonista es una adolescente de una familia paquistaní que vive en Noruega. Su vida es plácida hasta que es descubierta por su padre mientras está con un compañero a solas en su habitación. El progenitor imagina lo peor, les pega a ambos y, siguiendo las recomendaciones de su comunidad decide darle un castigo ejemplar para que no se repitan casos similares entre los suyos. Por eso la obliga a emprender un viaje con rumbo desconocido, lo que provocará un cambio radical en su vida.

Basada en la vida de la directora

La realizadora es la noruega-paquistaní Iram Haq, que explica su propia historia sin recurrir a más dramatismo del que vivió en sus propias carnes, con sinceridad y sensibilidad. Es una película de terror cotidiano a lo que contribuye la espléndida interpretación de la protagonista debutante, la joven Maria Mozhdah.

Cuenta el problema de esos jóvenes que han crecido a nivel familiar con una cultura heredada pero que han estudiado en países occidentales y no se acostumbran a respetar unas tradiciones que consideran injustas. Es un choque de civilizaciones sobre la dificultad de encajar esos dos mundos con consecuencias imprevisibles. Explica la presión social que sufren los padres por parte de su comunidad (les reprochan lo que suponen que hizo la hija, piden que dé ejemplo y se niegan a comprar en su negocio hasta que no lo arreglen como ellos quieren).

Lo que dirán los otros

El padre, interpretado por el veterano Adil Hussain (también era el progenitor en La vida de Pi), parece un hombre simpático y buena persona hasta que estalla el escándalo y decide su vida por ella. El filme critica que esté más interesado por mantener su honor a nivel social o lo que piensan los demás que por la felicidad de su hija. Su título internacional destaca esta situación: What will people say (¿Qué dirá la gente?).

La primera escena ya muestra una imagen insólita que es una metáfora de su situación: unos chicos juegan a baloncesto en la nieve (algo bastante contradictorio). Hay que advertir que hay un par de escenas bastante crueles y que la película te mantiene en un estado de angustia en muchos momentos, ya que te pones de parte de la chica sin reservas.

Es una película de denuncia, muy necesaria, que cuestiona no solo el machismo de algunas comunidades, sino también mantener tradiciones de otro siglo cuando la sociedad avanza en otra dirección como los matrimonios concertados. Aunque solo sea por eso vale la pena pasar un par de horas con Nisha, compartir sus vivencias y tomar conciencia de su dura situación. Si intentamos comprenderla también podemos entendernos algo más a nosotros mismos.