POLÍTICA CULTURAL

Guirao amenaza con volver a subir el IVA a los cines

El ministro de Cultura señala que solo la mitad de las salas repercuten la rebaja del 21% al 10% en las entradas

Álvaro García Benito

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Hace poco más de un mes llegó una noticia muy reivindicada por el sector del cine y esperada por los aficionados al séptimo arte: la bajada del IVA del 21% al 10%. La disminución de dicho impuesto se hizo con la intención de abaratar el precio de las entradas, el gran motivo que la Federación de Exhibidores de Cine de España (FECE) ha esgrimido durante años para justificar la presencia cada vez menor de espectadores en las salas. No obstante, ni mucho menos todos los exhibidores están repercutiendo la rebaja del IVA en el coste de los boletos.

El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, ha declarado este martes en una entrevista en la Cadena Ser que "igual hay que revisar" la bajada al 10% del IVA del cine, ya que, según los datos que maneja, únicamente el 50% de las salas de España han aplicado a las entradas una rebaja que debería oscilar entre los 50 y los 90 céntimos. Guirao lo considera insuficiente y considera que todos los cines deberían aplicar a las entradas la rebaja de 11 puntos del IVA.

La FECE también se ampara en el sacrificio que han hecho las salas durante 5 años

La FECE, por su parte, ha emitido un comunicado en el que asegura que el precio de las entradas ha bajado una media de 40 céntimos en el conjunto de los cines españoles. La entidad se remite a datos de comScore, una de las compañías de investigación de márketing en internet más prestigiosas del mundo, de los meses de junio, cuando el IVA estaba al 21%, y julio, en el que ya estaba al 10%, para hacer esta afirmación.

La FECE también se ampara en el sacrificio que han hecho las salas durante los seis años transcurridos desde que el Gobierno de Mariano Rajoy subió el impuesto al cine al 21% en el 2012. En este periodo, señala la FECE, los cines bajaron el precio de la entrada una media del 8,5% para que el impacto sobre el espectador fuera menor. Así, mientras que en el 2011, el IVA al cine era del 8% y el precio medio de una entrada era de 6,47 euros, en el 2012 la entrada se elevó tan solo a 6’52 euros para descender hasta los 5’92 euros de media en 2017.

Las principales cadenas de exhibición, entre las que se encuentran Cinesa, Yelmo, Kinépolis y Odeón -siempre según la federación-, que suman al menos el 50% del mercado, anunciaron nada más entrar en vigor la bajada del IVA a comienzos de julio que la trasladarían de forma inmediata e íntegra al precio de la entrada. Con todo, en torno a la mitad de los cines de España todavía no aplican al espectador el descuento. "No pueden pasarse años reivindicando el tema del IVA [...] y, cuando llega la medida, despistarse para aplicarla", ha sentenciado Guirao.

Grandes diferencias

Dos espectadoras a la espera de entrar en su sala en los cines del centro comercial Arenas, de Barcelona, pertenecientes al Grupo Balaña, explican: "Notamos grandes variaciones entre cines, muchas veces desorbitadas". A estas declaraciones se suman las de David, también esperando para entrar, que añade: "Yo acostumbro a mirar la entradas por internet, porque los precios varían mucho dependiendo de la sala".

40 céntimos de diferencia no parecen algo determinante para tomar la decisión de ir al cine o no

Una rápida búsqueda por internet deja al descubierto que las diferencias entre los precios en Barcelona son reales y, de hecho, bastante pronunciadas. Si comparamos el precio de una entrada en los cines del centro comercial Arenas (7,50 euros) en un día laborable y el precio de otra en los Cinesa de Diagonal (8,6 euros) en las mismas condiciones, observamos que hay más de un euro de diferencia, y que ambos se alejan bastante de la media que anuncia la FECE de 5,82 euros en julio. Aun así hay otros exhibidores que ofrecen precios más parecidos a la media. Uno de los grandes, Yelmo Cines, ofrece un precio de 5,70 euros en un día laborable.

"No creo que la gente vaya o deje de ir al cine por medio euro", señala Célia, a punto de entrar a ver 'Los Increíbles 2' en los cines de Arenas, tras ser informada sobre la situación. En efecto, a nivel individual, 50 céntimos de diferencia no parecen algo determinante para tomar la decisión de ir al cine o no, pero estos céntimos multiplicados por el número de espectadores sí son un buen negocio para las salas.

Otras cuestiones, como la piratería o la aparición de las plataformas digitales y con ellas los nuevos hábitos de consumo, pueden ser motivos con más peso para justificar la falta de asistencia a las salas. Es fácil pensar que, salvando algunos casos aislados, como los grandes éxitos de Marvel e iniciativas como la Fiesta del Cine, el sector no volverá a brillar con el fulgor de antaño. Quizá, como decía una de las primeras espectadoras mencionadas, "vale más la pena que bajen el precio de las palomitas y los refrescos".