CRÓNICA

Taburete, del "la, la, la" al "lo, lo, lo" en Cap Roig

El grupo madrileño llevó su fiesta ambulante a la muestra de Calella de Palafrugell aupado como fenómeno de fans en la tradición de Hombres G

ICult Taburete

ICult Taburete / JOSÉ IRÚN

Jordi Bianciotto

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Con Taburete se nos ha ido tanto la vista hacia el árbol genealógico de sus componentes y el morbo consiguiente que quizá no nos hemos dado cuenta de que ha estallado ante nuestras narices un fenómeno de fans. ¿Son Guillermo Bárcenas y compañía los nuevos Hombres G? Pues algo así, aderezado con trompetas de mariachi pero con una mezcla semejante de descaro pop-rockero y de romanticismo gamberrete.

El año pasado ya metieron a más de 4.000 personas en el Sant Jordi Club y este viernes se llevaron por delante el auditorio de Cap Roig, que registró una de las audiencias más jóvenes de este verano: abundancia de chicas, algunos novios que no lucían caras largas sino que parecían compartir su estado de euforia y grupitos de padres cuarentañeros con preadolescentes. Algarabía desatada desde que Taburete entró en escena al aparatoso son de ‘2001: una odisea del espacio’ y esa invitación al viaje, constante en su mundo lírico, llamada ‘México DF’.

Ensalada de ritmos

El repertorio de Taburete es desenfadado y entretenido. Deja una huella liviana, pero somete al público a un carrusel de cambios rítmicos, a veces dentro de la misma canción, y estribillos juguetones: de la marcha con fanfarria callejera de ‘Al alba’ al reggae de ‘Kaiserlautern’, de la baladita acústica ‘Ella’ a los acentos mexicanos fronterizos de ‘Johnny Pistolas’. Bárcenas no se toma muy en serio a sí mismo, remata algunas canciones engolando humorísticamente la voz como si fuera un tenor de ópera y tira de ‘gags’ como invitar a encender las luces de los móviles (en ‘Dos tequilas’) y cantar colándose entre el público (‘Mariposas’).

Mucha estrofa saltarina y coreable, con excepciones como esa interesante canción ‘folkie’ conocida como ‘Hijos del soul’, y estribillos con un punto de disparate. Aunque cuando Bárcenas cantó enfáticamente “que me suelten al pato” se estaba refiriendo a su padre, el extesorero del PP Luis Bárcenas, residente en Soto del Real.

Pero todo en Taburete tiende a la fiesta ambulante, y así consumó el grupo su risueño pase en Cap Roig. Entre invitaciones a “una ronda más” y combinando estribillos en “la-la-la-la-la-la” (‘El rey del contrabando’), en "oh-oh-oh-oh-oh" (‘Belerofón’, de su próximo disco, ‘Madame Ayahuasca’) y hasta en "lo-lo-lo-lo-lo-lo": aunque no pensaban tocarla, en el bis repescaron ‘Desde Rusia con amor’, la canción de apoyo a España en el Mundial, rompiendo el conjuro y dando a entender que a Taburete no les para los pies ni la más trágica derrota futbolística.