QUÉ HACER HOY EN BARCELONA

'Carousel en concierto': todo preparado para una velada histórica en el Grec

todos2

todos2 / JÚLIA CORTINA

Eduardo de Vicente

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Esta noche no será como cualquier otra. Esta noche va a ser histórica por muchos motivos. En primer lugar, por ser la primera vez que se representa en nuestro país uno de los musicales más prestigiosos de Broadway, y en catalán; porque se respetará la partitura íntegra (en otros países se recorta para ahorrar tiempo y músicos) y porque el resultado final alcanzará una brillantez que maravillará a los espectadores. Hablamos de Carousel, la obra de Rodgers y Hammerstein, los autores de El rey y yo o Sonrisas y lágrimas, que pondrá un broche de oro el Teatre Grec este año.

Es un viejo sueño hecho realidad de sus dos prestigiosos directores, Dani Anglés, y Xavier Torras, que anhelaban poder representarlo aquí algún día. Se trata de la versión concierto, su elevado coste ha provocado que nadie haya intentado estrenarla, pero que nadie espere a unos cantantes vestidos de calle en un escenario desnudo porque sus artífices intentarán dotarlo de la máxima espectacularidad posible.

La silueta de una carpa sirve de fondo a las gradas donde se sitúan los coros y la orquesta mientras que el círculo frontal del Grec estará cubierto por una lona roja a modo de alfombra rodeada por unas bombillas y, en el centro, el emblemático caballo de la función. En este sencillo pero vistoso escenario se moverán actores, cantantes y bailarines ataviados con prendas que evocan el vestuario rural del siglo XIX.

Un reparto con grandes estrellas del teatro musical

Podríamos destacar su reparto, integrado por grandes cantantes/actores como Miquel Fernández, Diana Roig, Anna Moliner, Ivan Labanda, Nina, Fèlix Herzog o Cisco Cruz, de solvencia contrastada, pero lo más sorprendente se encuentra al fondo. Los miembros de la orquesta, Pops Symphony, son asombrosamente jóvenes, la media de edad es de unos veintitantos, algo que nadie aseguraría al escucharlos. Tres cuartos de lo mismo ocurre con el coro Aules, aún más jóvenes y que suenan “com si fòssin angelets”, utilizando una frase del musical.

Un milagro gracias a la juventud

Su entusiasmo, voluntad, capacidad de trabajo y profesionalidad hace que el futuro del género este garantizado. Anglès reconoce que se ha podido crear este milagro gracias a ellos, ya que hace 15 años hubiera sido imposible. Su colega Xavier Torras es el director de orquesta y a la vez un psicólogo motivador. Consigue decir las palabras justas para que, como si fuera un entrenador de fútbol, sus chicos salgan a comerse el césped.

La trama cuenta las historias de amor paralelas de dos amigas en una aldea pesquera. Una de ellas se enamora del chico que anima a la gente a subir al carrusel, todo un seductor incorregible, mientras que su compañera prefiere a un pretendiente más responsable y seguro. Las necesidades económicas provocarán un drama con consecuencias inesperadas.

La obertura es sencillamente maravillosa. La orquesta te hace volar y te advierte que el hipnótico viaje en el tiovivo se inicia y no pararás de dar vueltas hasta que ellos lo decidan. Las últimas notas se escuchan con un nudo en la garganta. Es solo el preámbulo que nos advierte que lo que vamos a ver es muy grande. Un par de temas más y llegamos a uno de los momentos más esperados, el romántico Estimant-te (If i loved you) que han versionado divas como Barbra Streisand y que se llena de matices gracias a la delicadeza de Roig y Fernández y el vigor de la Pops Symphony en el tramo final.

De la canción coral al solo

A continuación llega el primer gran número coral Juny, esclates plé de força (June is bustin’ out all over), más enérgico, y en el que los coros femenino y masculino (juntos o por separado) demuestran de lo que son capaces. Mientras, los bailarines deleitan con una coreografía que a muchos les recordará al baile de los leñadores de Siete novias para siete hermanos. Es también la primera ocasión en la que se luce Nina, ¡y de qué manera! El primer acto acaba con el Soliloqui a cargo de un extraordinario Miquel Fernández, donde planea cómo será la vida de su futuro bebé si es un niño o una niña. Acaba la primera parte en alto y dejándote con ganas de más, mucho más.

El segundo acto se inicia también con fuerza, el Entreacte nos vuelve a recordar que esta orquesta viene del paraíso de los escogidos y llega otro momento coral de máxima intensidad, Quin bon marisc! (This was a real nice clambake) con todos los cantantes principales y el coro. Ahora los aplausos serán ya atronadores. La historia y las canciones se suceden hasta llegar a otro punto culminante, el más popular de los temas del musical, Tindràs qui et fa costat. Así, en su traducción catalana quizá no nos suene, pero es que se trata de You’ll never walk alone. ¿Aún no caemos? Bueno, pues es el célebre himno que interpretan los aficionados del Liverpool antes de cada partido. Ahora sí. El grupo, encabezado por una virtuosa Nina, pone los pelos de punta.

Una aparición inesperada que sorprenderá mucho

El tramo final incorpora un cameo, la persona que interpreta al guardián de las estrellas. Tenemos prohibido revelarlo. Tan solo daremos una pista: no es famosa por cantar ni por interpretar, pero resulta la elección más adecuada porque... Habrá que esperar a la noche. ¿Aún podemos ir a más?, pues sí, porque llega la escena del ballet, la más larga en la historia de los musicales, Billy makes a journey, donde se repasa la vida de los protagonistas con una coreografía similar a la de la película original. Es cuando los bailarines se sentirán protagonistas. En el desenlace vuelven a sonar Estimant-te Tindràs qui et fa costat y los cantantes se ven obligados a aguantar una nota durante un tiempo inhumano hasta el final. Sencillamente apoteósico.

Tras una de las ovaciones más largas que se recordarán en el Grec, se apagarán las luces y tenemos la sensación de haber sido testigos de excepción de un evento histórico, casi irrepetible (el domingo, última oportunidad) que guardaremos en nuestro corazón durante mucho tiempo. Y por todo eso debemos dar las gracias a sus responsables: directores, cantantes, técnicos y a ese gran número de chavales que participan y que nos demuestran que hay talento y esfuerzo de sobras, que han luchado contra menos tiempo de ensayo del necesario para ejecutar una partitura sumamente compleja con muchos requiebros y giros inesperados. Hoy haréis historia, el día de mañana del musical en Catalunya está en las mejores manos.