Granados, en clave íntima y familiar

Bárbara Granados (Madrid 1964), bisnieta del compositor Enric Granados (Lérida, 1867 - Canal de la Mancha, 1916) mezcla recuerdos y música de su famoso antepasado en un espectáculo diseñado para acercar la figura del músico a las nuevas generaciones. ‘Cartes d’amor d’Enric Granados’, recién estrenado en el Teatre de la Gleva,  se nutre de material que la propia Bárbara tenía en casa y de otros documentos e información conservados en el Museu de la Música y también en la Biblioteca de Catalunya.

“Utilizo su propio diario, fotografías y cartas que muestro en la obra”, comenta. Más allá del homenaje al compositor, el montaje también servirá para afianzar una nueva línea en su sala. “El piano de cola que estrenamos con este espectáculo se quedará con nosotros para ofrecer conciertos y dar oportunidades a jóvenes músicos”, dice orgullosa Granados, impulsora de La Gleva, una pequeña y dinámica sala situada muy cerca de plaza Molina (Carrer de la Gleva, 19).

Abrió el pasado octubre y ha desarrollado una interesante línea de programación diseñada por Júlia Simó. Granados, destaca la buena aceptación por parte del público. “Me encanta ir al súper y que la gente me diga que le gustó lo que vio o me pregunte qué es lo próximo que estrenamos. Muchos vecinos mayores del barrio están cogiendo la costumbre de venir. Agradecen no tener que bajar a Barcelona, como dicen por aquí, para ver un espectáculo”.

Declaración de amor

Su nuevo espectáculo es muy diferente al aplaudido  ‘Cabaret(A)’, realizado con Maria Molins, finalista en los premios Max. “Este proyecto es una declaración de amor. Se nutre de cartas de Enric Granados a su mujer a través de las cuales podemos penetrar en su personalidad y su pensamiento musical”. Y recuerda cómo de joven, tras perder a su padre, su bisabuelo se espabiló tocando en cafés y locales como el desaparecido Café Delicias. "Por suerte el Doctor Andreu fue su mecenas y así pudo estudiar y desarrollar su talento natural”. Y cuando todo le iba mejor que nunca, llegó su trágica muerte tras ser torpedeado el barco que le llevaba a él y su mujer de regreso a Barcelona tras triunfar en EEUU. 

Bárbara tenía un baúl lleno de partituras de su abuelo Eduardo, también músico, al que también da visibilidad en el espectáculo. "Tenía muchas zarzuelas que no se conocen", explica la pianista que ha rescatado 'Si al Retiro me llevas' y la 'Canción de la Zagalica' de la zarzuela 'Maria del Carmen'. Y completa el repertorio con con piezas que ella ha tenido siempre cerca de su corazón, tanto de su famoso bisabuelo como de creación propia. En escena la acompañan la soprano Christina Koch, la cellista Eva de la Torre y el actor Albert de la Torre.  

Este último se encarga de leer los textos escogidos. “Me gustan mucho las cartas que Enrique escribía a su mujer Amparo y las que ella mandaba a sus hijos”. El instinto y su carencia por las obras ha guiado la selección del repertorio musical, piezas que siente muy cerca de su corazón. Muchas forman parte de su vida. "Tocaré piezas que siempre he interpretado como 'Epílogo' de las 'Escenas románticas’ y 'La huérfana' de los 'Cuentos de la juventud'. También ha seleccionado algunas de las 'Doce danzas españolas'. Sin olvidar en 'Intermedio' de 'Goyescas' su legado más preciado.