CRÓNICA DE FESTIVAL

Cruïlla 2018: de la rabia a la cordialidad

El supergrupo rap-rock Prophets Of Rage y los explosivos N.E.R.D destacan en una jornada con propuestas mucho más amables

El guitarrista Tom Morello, en el cconcierto de Prophets of Rage en el Cruïlla

El guitarrista Tom Morello, en el cconcierto de Prophets of Rage en el Cruïlla / periodico

Juan Manuel Freire

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No debe haber un festival con contrastes tan marcados en el planeta. El viernes, en Cruïlla se pudo degustar, a media hora de la tarde, del pop amable de Joan Dausà o Blaumut. Y cuando esa misma tarde acababa, asistir al espectáculo saludablemente insinuante, anárquico y sexi de N.E.R.D, la banda hip hop-rock del 'hitmaker' Pharrell Williams.

Ni rastro de ataraxia de estrellas malcriadas: el trío salió a escena a armarla lo más grande posible, encadenando temas propios y producidos por Pharrell o The Neptunes (Pharrell con su compañero Chad Hugo) sin mucho paréntesis, bueno, solo para insistir en que el público creara un círculo para hacer pogo. "Si no tenéis miedo de los toros, no podéis tener miedo de un círculo humano", dijo el cantante de 'Get lucky' en un momento de desesperación por nuestra pobre capacidad de coordinación.

N.E.R.D trabajaron más duro que, desde luego, el rapero inglés Bugzy Malone, quien dio plantón a sus fans, por ahora no todavía muchos en nuestro país, en vista del aspecto del escenario Radio 3. ¿Asomaría por detrás, vio lo que vio y quiso proteger su imagen? Hoy en día Instagram lo ve todo.

Para energía, también, la de Prophets Of Rage, el supergrupo rap-rock con miembros de Cypress Hill, Public Enemy y Rage Against The Machine. Los raperos B-Real y Chuck D y el guitarrista Tom Morello se convirtieron en héroes de la noche a base de camisetas del Barça, entrega absoluta, cercanía y, en el caso de Morello, una guitarra con el mensaje estampado de 'Catalunya Lliure'. Cayeron temas del nuevo grupo, pero también clásicos de sus respectivos grupos de origen, incluso de RATM, aunque no estuviera Zack De La Rocha para cantarlos. 'Fight the power', 'Insane in the brain', 'Killing in the name': ¿cómo se compite con eso?

De los puños al aire pasamos a las peticiones de paz con Damian Marley, el hijo de Bob Marley y la Miss Mundo Cindy Breakspeare, de vuelta en el festival tres años después. 'Beautiful' o 'Affairs of the heart' sembraron un clima de relajo después roto por la histérica sucesión de subidones de Kygo, ídolo EDM que convirtió Cruïlla en una rave playera por largos momentos.

34.000 almas

En la jornada del viernes destacó además Gilberto Gil, gigante de la Tropicàlia, con el revival del disco 'Refavela' de 1977. Su hijo Bem Gil (voz y guitarra) y la cantante caboverdiana Mayra Andrade nutrían una formación intergeneracional que hizo bailar a un público diverso en edades y en razas. Lo mismo consiguió minutos antes Camille, apelando a un gozoso primitivismo sin dejar de ser absolutamente sofisticada.

Además, se pudo disfrutar de la Americana exquisita de Joana Serrat, el pop-rock 90s de LP, los hits festivaleros de Lori Meyers o la verbena con fases balcánicas de La Pegatina, encargados casi de acabar la fiesta. Según datos de la organización, entre jueves y viernes ya han dado todo en el festival hasta 34.000 personas.