'Ni uno menos', una obra maestra de Zhang Yimou se proyecta esta noche en el Parc de Joan Miró

El Parc de Joan Miró ha sido el espacio donde estos dos últimos meses se han celebrado diversos actos culturales y festivos bajo el epígrafe Vine a moure el Parc. Este ciclo acaba hoy por todo lo grande con la proyección al aire libre y gratuita de Ni uno menos, una maravillosa película que vale la pena descubrir, un delicioso drama de 1999 de Zhang Yimou, autor de grandes filmes como La linterna roja, La casa de las dagas voladoras o Amor bajo el espino blanco.

La acción se inicia en una pequeña aldea china, donde el profesor Gao debe ausentarse de las clases durante un periodo aproximado de un mes para hacerse cargo de su madre enferma y escoge a una de las alumnas de mayor edad, Wei Minzhi, de 13 años, para que lleve la clase durante ese tiempo. Uno de los mayores problemas con los que se encuentra para la educación de los pequeños es el absentismo escolar; los padres prefieren que se dediquen a otras tareas más prácticas que pensar en sus estudios. El maestro le dice a la niña que le pagará una bonificación sobre el salario de esos días siempre y cuando, a su regreso, siga habiendo el mismo número de niños, no puede haber ni uno menos.

En busca del niño huido

La pobreza asedia a las familias y uno de los niños, Zhang Huike, se marcha a la ciudad para buscar trabajo. Con mucho esfuerzo y sacrificio, Wei consigue viajar hasta Zhangjiakou con la intención de convencerlo para que vuelva. Pero la misión es más complicada de lo que creía. En la urbe, la búsqueda no resulta nada sencilla: hay demasiada gente, demasiadas calles y muy pocas pistas de dónde puede estar. Lo prueba colgando carteles pero no tiene éxito hasta que finalmente decide buscar ayuda en un lugar inesperado. 

El filme destaca por su gran naturalidad, algo que el director persiguió desde el primer momento contratando a gente de la calle, no a actores profesionales. Para que resultara aún más espontáneo, los personajes se llaman igual que sus intérpretes. Incluso, en algunos momentos les rodaba con cámaras y micrófonos ocultos sin que ellos lo supieran.

Ni uno menos enterneció a espectadores de todo el mundo y consiguió provocar más de una lágrima, no porque muera nadie ni cuente una gran tragedia sino porque consigue emocionar. Fue presentada en el Festival de Venecia donde obtuvo el premio principal, el León de Oro, además de otros tres galardones.

Esta noche hay una oportunidad excepcional de poder recuperar esta deliciosa película en una pantalla grande a las 22 horas. El único inconveniente puede radicar en que se proyecta en su versión doblada. Es una película muy especial, verla es amarla. De verdad, no se la pierdan.