ENTREVISTA

Rufus Wainwright: "Mi corazón es el de un trovador"

El músico canadiense-estadounidense ofrece un recital en solitario en Peralada mientras anuncia su segunda ópera y una gira de aniversario de su primer disco

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Jordi Bianciotto

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El autor de canciones como ‘Cigarettes and chocolate milk’ o ‘Going to a town’ (y celebrado intérprete de ‘Hallelujah’, de Cohen) regresa a nuestros escenarios, al del Festival de Peralada, donde ofrecerá este sábado (22.00 horas) un recital en solitario.

Habiendo trabajado en óperas y en propuestas sofisticadas, ¿cómo lleva los recitales individuales, acompañado de su piano y su guitarra?

Vengo de esa tradición: mi padre hacía actuaciones así, y mi madre, y luego mi hermana. Es un asunto de familia, trovadores en un sentido medieval, que vamos de ciudad en ciudad tocando canciones. Puedo tocar con orquestas, con bandas, he hecho conciertos de jazz… Soy muy afortunado, pero debo decir que mi corazón es el de un trovador.

Algunas de sus canciones lanzan reflexiones duras sobre su vida íntima. ¿Encajan con el ambiente de un festival de verano?

Depende, llevo haciendo esto desde hace mucho tiempo y he desarrollado una armadura para seguir siendo yo mismo y adaptarme a cada situación y tirar adelante con ello. Aunque mis canciones son muy emocionales y puede influirte tanto el entorno como incluso la situación política del momento.

El año pasado, en el Festival de Pedralbes, interpretó una canción nueva, ‘Sword of Damocles’, que presentó como su “respuesta a lo que está ocurriendo en América”. ¿Una canción política para su próximo disco?

Mi nuevo disco aún tardará un poco, saldrá en un año y medio, pero me gustaría publicar antes esa canción, de cara a las elecciones legislativas en Estados Unidos (el próximo 6 de noviembre), que serán probablemente las más importantes de la historia del país. Necesitaremos toda la artillería posible.

¿Le atrae sentirse un poco cantautor protesta a lo Woody Guthrie?

No del todo, pero esto ya no tiene que ver con un activismo político sino con nuestra misma supervivencia como seres humanos. Las políticas del gobierno estadounidense en medio ambiente, racismo…, son las de una auténtica fuerza del mal.

En otoño celebrará el 20º aniversario de su primer disco con una gira, ‘All these poses’. ¿Qué le ha empujado a ofrecer ese ‘tour’?

He terminado mi segunda ópera, ‘Hadrian’, que se estrenará en octubre y que me atrevo a decir que es mi obra maestra operística, más madura que ‘Prima donna’. Y bien, me di cuenta de que me había apartado un poco de la mirada pública. Así salió lo de hacer esta gira de verano, literalmente para ganar dinero (ríe) y luego la otra. Para recordarle al público que sigo ahí, en el carrusel.

Tendemos a considerar que los grandes artistas hicieron sus mejores discos cuando eran jóvenes: Bowie, Reed, Cohen…

Ya, es cierto que las primeras épocas suelen ser las más icónicas, aunque luego hay otros períodos. Esos mismos artistas hicieron obras destacadas más adelante: el mismo Cohen es un ejemplo con su disco final.

¿Así, habrá un nuevo disco pop a finales del 2019?

Sí, estoy trabajando en él. Ahora vivo en Los Ángeles y estoy metido en el estudio con Mitchell Froom. Sé que parece que falta mucho, pero a medida que me hago mayor, el tiempo pasa más rápido. Lo que antes me parecía una eternidad ahora es un parpadeo. Un año es casi como un día. Ser padre influye en esa sensación.