QUINTA EDICIÓN DEL ROCK FEST

Rob Halford (Judas Priest): "Nos sentimos rearmados"

La banda británica, con nuevo disco, 'Firepower', regresa como una de las atracciones del Rock Fest

Judas Priest, con Rob Halford en el centro

Judas Priest, con Rob Halford en el centro

Jordi Bianciotto

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los autores de himnos metaleros del calibre de ‘Victim of changes’, ‘Breaking the law’ o ‘Living after midnight’ reaparecen este jueves (21.50 horas) en la jornada inaugural del Rock Fest, en el parque de Can Zam (Santa Coloma). Con un nuevo disco, ‘Firepower’, y la voz de Rob Halford, su cantante histórico, con quien mantenemos esta entrevista telefónica.

Han hablado de ‘Firepower’ como un disco que recupera el sonido de las obras clásicas de Judas Priest. ¿Diría que la música que hicieron en el pasado es hoy su principal fuente de inspiración?

Lo más significativo de este disco es que hemos intentado recuperar el sonido de ciertas experiencias clásicas por las que Judas Priest es conocido. Eso es fácil de decir, pero no tanto de poner en práctica: requiere un orden y una disciplina que parece que deban ir en contra del rock’n’roll, pero no es así.

Entre los álbumes clásicos de Judas Priest podemos hablar de ‘British steel’ (1980), pero también de ‘Painkiller’ (1990). ¿En qué versión de la banda se fijaron más?

En cada disco hay momentos definitorios de la identidad de Judas Priest. Podemos mencionar ‘British steel’, sí, y ‘Painkiller’, y también ‘Stained class’ (1978), y nos sentimos agradecidos de haber contado con un equipo de producción, con Tom (Allom) y Andy (Sneap), también Mike Exter, con una idea clara. Porque no se trataba tan solo de componer unas canciones sino de crear un sonido con diferentes texturas. Ese trabajo bien producido es lo que nos acaba definiendo, lo que le da ese sentido de metal clásico.

Están de gira con Sneap a la guitarra, en tándem con Richie Faulkner. ¿Entiende que pueda causar decepción que ya no estén ahí no solo K. K. Downing sino tampoco Glenn Tipton?

No somos la primera banda que pasa por eso, ya sabe, las formaciones cambian, pero las canciones permanecen y eso es lo más importante. Lo que Andy y Richie aportan es extraordinariamente relevante, con mucha técnica y sin sonar como una ‘tribute band’. La comunidad del metal nos sigue una vez más. En España, por ejemplo, donde nos apoya desde hace muchísimos años. Nos sentimos rearmados. La música es emocional y cada fan puede tener su propia idea de lo que debería ser la banda, pero así están las cosas ahora mismo. Es la vida.

Glenn Tipton, apartado de las giras por su Parkinson, ¿sigue siendo miembro del grupo?

Sí, Glenn sigue completamente involucrado en Judas Priest. La otra noche, en el festival Graspop (Bélgica), le invitamos a tocar con nosotros algunas canciones. Fue un momento muy potente, muy hermoso. Su estado depende del día; hay días en que está mejor y puede tocar como siempre. Pero no va a dejarlo nunca. En el nuevo disco hay una canción, ‘No surrender’, que va de eso.

Habla de la comunidad del metal: ¿un lugar en el que un fan del género siente que forma parte de algo más grande que él mismo?

Sí, una voz puede ser muy potente, pero muchas voces juntas pueden mover montañas. En el campo político, en España, lo hemos podido ver: hay que escuchar a la gente, su pasión, sus creencias, y dar una oportunidad a la empatía y al compromiso. El espíritu del heavy metal va de eso.

La posición de cantante en una banda de metal es particularmente exigente. ¿Le preocupa tener que mantener un nivel?

Me siento en un gran momento con mi voz, interactuando con las guitarras, el bajo y la batería, y manteniendo el mismo sentido de la energía y la teatralidad. Es bonito y hasta espiritual. El directo ofrece incluso unas sensaciones cósmicas cuando ves que todo el mundo está cantando.

Actúa en el Rock Fest con veteranos como Kiss, Ozzy Osbourne, Scorpions, Helloween, Accept… ¿El retrato de una era?

Mucha diversión, sobre todo. Con muchas de esas bandas hay amistad desde hace mucho. Este festival de Barcelona es un gran acontecimiento, para mucha gente es un punto de inflexión en sus vidas. Yo vi a Jimi Hendrix y a The Who en el festival de la isla de Wight, en 1970, y me marcó. Hay una gran concentración de creatividad y es emocionante. Va a ser algo grande. Y, con el público español, será como una reunión familiar.