EL PLAN CULTURAL PARA HOY

Un ciclo recupera lo mejor de Hitchcock

El Phenomena proyectará, a lo largo de un mes, sus películas más conocidas

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Eduardo de Vicente

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Hace ya 38 años que falleció pero Alfred Hitchcock sigue estando de moda. Hace solo un par de años se estrenó el documental Hitchcock / Truffaut sobre las conversaciones entre ambos cineastas repasando la filmografía del mago del suspense; en la cartelera teatral podemos divertirnos con la comedia McGuffinMcGuffin, un hilarante homenaje a su figura con Mònica Pérez y Jordi Rios como maestros de ceremonias y la próxima semana llegará a las salas 78 /52, un reportaje que analiza una de sus secuencias más famosas: el asesinato en la ducha de Psicosis. Por si toda esta hitchcockmanía fuera poca, el Phenomena inicia hoy una larga y completa retrospectiva de su obra que durará un mes y en el que se proyectarán 14 películas, todas ellas en versión original subtitulada. Una recomendación: vale la pena visionar los tráilers que acompañan este reportaje, ya que resultan muy originales comparados con las promociones actuales.

Abre el fuego esta tarde (17.10) la única que pertenece a su etapa inglesa, Alarma en el expreso, sobre una anciana institutriz que desaparece misteriosamente en un tren. Una joven que había conversado con ella intenta hallarla pero nadie parece haberla visto. Un filme que fue objeto de varios remakes y una versión inconfesa, Plan de vuelo: desaparecida, con Jodie Foster buscando a su hija, pero en un avión.

Dos de estos clásicos se ofrecerán en 4K. Se trata de Con la muerte en los talones (miércoles, 4), con Cary Grant siendo objeto de una persecución tras ser confundido con un agente del gobierno y las inolvidables imágenes del avión que intenta cazarlo en una carretera desierta o el climax final en el monte Rushmore. El otro es Vertigo (sábado, 14) sobre la malsana obsesión de James Stewart por una mujer a la que amó.

Ambos fueron los actores favoritos del genio británico y por ello forman parte de este ciclo. Los analistas de su obra aseguran que los personajes de Grant representaban al hombre que el director siempre quiso ser (atractivo, elegante, seductor), mientras que los de Stewart representaban al que era en realidad (obsesivo, introvertido, desconfiado). Grant fue también el protagonista de la glamurosa Atrapa a un ladrón (sábado, 7), con Grace Kelly, donde es un veterano ladrón de joyas retirado que suscita el interés de una heredera algo morbosilla. La futura princesa de Mónaco también compartió pantalla con Stewart en La ventana indiscreta (martes, 10) sobre un fotógrafo escayolado muy voyeur que cree que se ha cometido un crimen en un edificio vecino.

La soga (viernes, 29) fue un experimento rodado en una sola toma, sin montaje alguno. Cuando se acababa el rollo correspondiente, la cámara se dirigía a la espalda de un personaje y, desde allí, volvían a empezar. El actor era un profesor que intentaba esclarecer un crimen perfecto cometido por sus alumnos. También fue objeto de otra versión moderna sin pagar derechos, Asesinato… 1, 2, 3, con Sandra Bullock. En El hombre que sabía demasiado (1956, domingo 15) fue el propio Hitch quien hizo un remake de su filme británico de 1934. Un matrimonio busca a su hijo secuestrado en Marruecos. Ella era Doris Day y popularizó la canción ¿Qué será, será?

Las rubias eran el objetivo de Hitchcock y Tippi Hedren, madre de Melanie Griffith, fue de las que más lo sufrió. En Los pájaros (miércoles, 17) era víctima de unas aves muy agresivas. Nunca hemos vuelto a ver a los amables pajaritos de la misma manera. Era una cleptómana con problemas sexuales en Marnie, la ladrona (martes, 24 de julio) y su pareja insatisfecha era el mismísimo Sean Connery. El cineasta no tenía buena sintonía con las estrellas y tuvo que cargar contra su voluntad con Paul Newman y Julie Andrews en Cortina rasgada (lunes, 16), una trama en plena guerra fría sobre un físico norteamericano que traiciona a su país para sorpresa de su novia.

Dos de las obras del final de su carrera también figuran en este ciclo: Topaz (viernes, 13), desangelada y compleja adaptación de la novela de Leon Uris que supuso uno de sus mayores fracasos y Frenesí (sábado, 21), su triunfal regreso a Gran Bretaña para narrar los crímenes de un asesino de mujeres. Salvo la citada Alarma en el expreso, todas las películas son en color, pero hay dos excepciones más en blanco y negro: La sombra de una duda (miércoles, 18) donde Joseph Cotten era un angelical tío con una doble vida y la mítica Psicosis (lunes, 2) que nos hizo tener miedo de los moteles, las duchas y las madres misteriosas y posesivas.

Un mes para disfrutar (o no) con las obras maestras de un genio que supo manejar las emociones del público como nadie, inspiró a generaciones futuras y nos hizo temblar frente a los elementos más cotidianos. No es de extrañar que casi cuatro décadas después siga estando tan vivo.