CRÍTICA DE CINE

'Tully': los fantasmas de la juventud perdida

La película de Ivan Reitman habla de temas muy delicados, como la depresión posparto y la pérdida de la identidad tras la maternidad, de forma muy compleja y respetuosa.

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Jason Reitman culmina junto a Diablo Cody su trilogía sobre la madurez tras Juno (precocidad) y Young adult (síndrome peterpanesco) para hablar en Tully sobre el desencanto vital y la crisis de los 40. El tándem utiliza el humor para describir el día a día de una madre de familia que acaba de dar a luz, pero detrás de cada gag se esconde un desgarrador grito de socorro. Tully habla de temas muy delicados, como la depresión posparto y la pérdida de la identidad tras la maternidad, de forma muy compleja y respetuosa. Se trata de la obra más equilibrada de su autor, también la más desoladora y Charlize Theron consigue transmitir todos los matices de una mujer desbordada por las circunstancias y consumida por los fantasmas de la juventud perdida.