artes escénicas

El teatro muestra su rostro más guerrillero en los Premios Max 2018

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Marta Cervera

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Julio Manrique -como mejor director teatral por 'L’ànec salvatge', producida por el Teatre Lliure- y la compañía La Calòrica -como mejor espectáculo revelación por 'Fairfly'- son los principales artistas catalanes que triunfaron anoche en la 21ª gala de los Premios Max, una celebración notablemente salada que se celebró en Sevilla y contó con el estreno del nuevo ministro de Cultura y Deporte, José Guirao.

"Libertad de expresión sin prejuicios y, sobre todo, sin mordazas"

Julio Manrique

— Actor y director teatral

Manrique habló claro al agradecer el galardón: "Libertad presos políticos y libertad de expresión sin prejuicios y, sobre todo, sin mordazas", clamó el actor y director. Leyendo su discurso, para no olvidar nada, recordó que la obra de Ibsen por cuya adaptación fue premiado es "una historia perturbadora sobre la verdad y la mentira con la que se desafía a la gente a pensar libremente".

El público, sin el cual los artistas no serían nada, fue el gran protagonista de la velada con varias referencias precisamente a ‘El público’, una de las obras más complejas de García Lorca. De las 2.000 personas que llenaron el teatro Cartuja Center CITE, una cincuentena eran ajenas al mundo profesional del espectáculo, espectadores elegidos por sorteo en un concurso organizado por la Fundación SGAE, impulsora de los galardones.

Baile y reivindicación

Dirigida por Alfonso Curro y presentada por la divertida actriz sevillana Cristina Medina, la gala contó con actuaciones destacadas de Mayte Martín, el Ballet Flamenco de Andalucía, la Maldición de los Hombres Malboro y el grupo Antílopez. La Shica, embarazada, anuló a última hora su participación por recomendación médica. "A bailar, que veo muchos michelines", animó la presentadora en uno de los primeros números antes de encomendarse a la virgen de la Macarena y desear suerte a los finalistas.

"No podemos permitir que se utilicen las leyes para ir apartando los pensamientos distintos"

Israel Solà

— Director del montaje 'Fairfly'

La compañía catalana La Calòrica recibió emocionada el Max al mejor espectáculo revelación por 'Fairfly' y también el de mejor autor revelación, para Joan Yago. En su combativo discurso celebró la entrada en prisión de Iñaki Urdangarín "después de tantos años", mientras se preguntaba si "ese chaval" huido para evitar la cárcel "por criticar a los Borbones" no debería poder volver a casa. También reclamó el fin de la ley mordaza: "La cultura necesita acciones firmes y urgentes para acabar con la vulneración de derechos". Antes, se había expresado en la misma linea el director de 'Fairfly', Israel Solà: "Hay que defender la libertad de expresión en la cultura. No podemos permitir que se utilicen las leyes para ir apartando los pensamientos distintos". Y acabó su aclamada intervención con palabras de Rosa Luxemburgo: "Para defender la libertad hay que empezar por la libertad delos demás".

Éxito vasco

'Solitudes', de la vasca Kulunka Teatro, obtuvo el galardón al mejor espectáculo teatral con esta conmovedora obra de teatro de gesto y máscara sobre la soldedad y la vejez. También ganó el premio a mejor composición musical. Y otro vasco, el bilbaíno Borja Ortiz de Gondra, se llevó el premio a mejor autoría teatral por 'Los Gondra (una historia vasca)', del Centro Dramático Nacional. "Esta obra nació de una herida profunda de las familias vascas del siglo XIX, de su incapacidad de vivir con el otro, con el que habla otra lengua. Es una obra que nos obliga a hacernos preguntas", resaltó esperando que sirva para que quienes están enfrentados puedan al fin mirarse a ojos. Ese mensaje conciliador, aplicable a otros conflictos,  sentó como un bálsamo.

El canario Daniel Abreu fue el gran vencedor en danza: mejor intérprete, mejor coreografía y mejor espectáculo de danza. Eva Yerbabuena, que volvía de Alemania tras representar allí el espectáculo ‘Apariencias’, envió a su hija Manuela a recibir el galardón diseñado por Joan Brossa. La bailaora, a través de ella, echó en falta a "más compañeros flamencos" y reclamó un mayor reconocimiento para "una forma de arte genuina que debemos cuidar". Pero más allá del arte, dedicó el premio "a la vida y a los desfavorecidos en los que nadie piensa quizá porque cuesta demasiado trabajo imaginar su apariencia". 

Pinchazo catalán

En las categorías de mejor actor y actriz pincharon los aspirantes catalanes. Nacho Sánchez conquistó el premio con ‘Iván y los Perros’ imponiéndose al colosal ‘Ricard III’ de Lluís Homar Pilar Gómez venció a sus contrincantes Marta Angelat y Kiti Mánver por su encarnación de Emilia Pardo Bazán en ‘Emilia (mujeres que se atreven, primera parte)', inicio de una trilogía dedicada a mujeres luchadoras de Teatro del Barrio. Emocionadísima, Gómez destacó la enorme labor que está realizando esa pequeña sala de Lavapiés, "una locura de Alberto San Juan".

En su discurso, José Miguel Fernández Sastrón, presidente de la Fundación SGAE, habló tanto de lo bueno como de lo malo del sector de las artes escénicas y reclamó "una política de Estado para la cultura". En la platea estaba Guirao.