MUESTRA DE CULTO

El viaje definitivo a la Tierra Media de Tolkien

J R R Tolkien

J R R Tolkien / HAYWOOD MAGEE / GETTY IMAGES

Daniel Postico

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En un rincón de la exposición 'Tolkien, creador de la Tierra Media' reposan tres hojas del 'Libro de Mazarbul', el volumen quemado con manchas de sangre que encuentra la Comunidad del Anillo en las minas de Moria y que Gandalf leerá. Parece que las hojas se les hubieran caído en este lugar. En realidad fueron creadas por el propio Tolkien. Él mismo quemó los bordes del papel con su pipa, lavó las hojas con pintura marrón para que pareciera antiguo y simuló la sangre con gotas de pintura roja.

Este es uno de los tesoros que se muestran en esta exposición sobre el creador de 'El señor de los anillos' en la histórica biblioteca Bodleian, en Oxford, donde vivió e impartió clases de anglosajón en la universidad. La muestra reúne más de 200 objetos cedidos por su familia y por la universidad de Marquette, en Milwaukee, en EEUU., que ha prestado los manuscritos originales de 'El hobbit' y 'El señor de los anillos', vendidos por Tolkien en 1957.

Correcciones en élfico

Muestra el extraordinario nivel de detalle al que llegó en la creación de la Tierra Media, con cientos de mapas y dibujos. Apenas hay distancia entre realidad y ficción. En cierto modo, el mundo que creó se convirtió en real. Esto se percibe, por ejemplo, en los comentarios en élfico que incluía en correcciones de ejercicios de sus alumnos, o en la tabla donde anotaba las medidas del cuerpo de los hobbits para calcular la distancia que podían recorrer cada día. Sus mapas son tan precisos que cuesta imaginar que sean inventados. "Primero hay que hacer el mapa y luego escribir sobre él", decía Tolkien.

En Oxford es donde J. R. R. Tolkien (1892-1973), siendo estudiante, empezó a crear 'el Legendario', toda la mitología de la Tierra Media. Y continuó toda su vida. "Estaba fascinado por las leyendas y mitologías nórdicas y finlandesas -explica la comisaria del proyecto, Catherine McIlwaine-. Inglaterra no tenía mitología y esa fue una de las razones por las que empezó a crearla. Decía que procedía de las lenguas. Su primer impulso fue inventar lenguas".

El poema de su vida

Estudió en profundidad finlandés, griego, latín, noruego antiguo y filología germánica. Y a la vez creó sus propias lenguas. Decía que las lenguas élficas fueron primero y luego quiso crear un mundo donde pudieran ser habladas. En la exposición hay audios suyos leyendo y cantando en élfico.

Muestra también los garabatos que hacía en páginas de diario junto a los crucigramas que completaba cada día. Borrajeaba patrones, intrincados diseños, figuras geométricas de estampados y flores, algunos de los cuales aparecerían luego en artilugios del 'Númenor', en la segunda edad de la Tierra Media. Y poemas sobre Kôr, la primera ciudad construida por los elfos en Arda, que aparece en su novela póstuma 'El Silmarillion'.

Cuenta McIlwaine que el élfico y 'Beowulf' fueron "las dos grandes pasiones de su vida". En la exposición se muestra una traducción en prosa del 'Beowulf', el gran poema épico anglosajón del siglo XI, escrito con verso aliterativo y que tiene como protagonista a un hombre con poderes sobrehumanos. La traducción de Tolkien está escrita a máquina con anotaciones a mano. Tolkien dedicó su vida a este poema, primero a estudiarlo y luego a enseñarlo en la universidad. Incluso escribía sus poemas en verso antiguo.

Adolescencia en orfanatos

La primera vez que Tolkien escuchó las palabras elfo o hada fue siendo un bebé. En una carta que su madre escribió a sus suegros desde Sudáfrica, donde Tolkien pasó sus primeros tres años, les contaba que "el bebé parece una hada vestido con volantes y zapatitos blancos y cuando está desnudo parece un elfo". Su madre le enseñó a dibujar. Fue su profesora hasta los 8 años. "Le transmitió el amor por las lenguas, por la caligrafía y los alfabetos, y le dio clases de arte. Fue una influencia muy fuerte para él, era una mujer muy culta", cuenta McIlwaine. En las cartas se aprecia la caligrafía pequeña, preciosa, distintiva de su madre, como si escribiera en una de las lenguas inventadas por su hijo.

"Su madre le transmitió el amor por las lenguas, por la caligrafía y los alfabetos. Fue una influencia muy fuerte para él"

Catherine McIlwaine

— Comisaria de la exposición

Tolkien perdió a su padre a los 4 años y a su madre a los 12. En un dibujo que le hizo a su madre cuando estaba a punto de morir representó a dos hombres sentados junto a una chimenea y escribió: "Cómo es una casa sin una madre o una esposa". Pasar la adolescencia en orfanatos le hizo desear una vida familiar de adulto. Se casó con Edith, también huérfana, y tuvieron cuatro hijos. La familia y los niños se convirtieron en lo más importante para ellos. Destacan en la muestra las postales navideñas de Papá Noel desde el Polo Norte que dibujaba para sus hijos. Para ellos empezó a escribir 'El hobbit'.