GRAN ESTRENO

'Jurassic World 2': Chris Pratt, el buen humor como arma de seducción

Ocurrente, bonachón, sencillo y con un punto desvergonzado, el protagonista de 'Jurassic World: El reino caído' es uno de los reyes del 'blockbuster' actual

El actor Chris Pratt, a su llegada al estreno de 'Jurassic World: El reino caído' en el Palacio de los Deportes de Madrid

El actor Chris Pratt, a su llegada al estreno de 'Jurassic World: El reino caído' en el Palacio de los Deportes de Madrid / periodico

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si hay algo que caracteriza a Chris Pratt tanto en la vida real como en la mayor parte de los personajes que ha interpretado en la pantalla, es que siempre tiene algo gracioso que decir. El protagonista de Jurassic World: El reino caído , presentada mundialmente en Madrid la noche del lunes, y que llegará a los cines el 7 de junio, es ese tipo encantador del que todos quisiéramos ser su amigo. Ocurrente, bonachón, sencillo y con un punto desvergonzado, características que lo han convertido en una de esas celebrities que caen bien sin hacer demasiado esfuerzo.

Ha hecho del buen humor una de sus principales armas de seducción. Tanto cuando tenía unos kilos de más al principio de su carrera, como cuando se convirtió en uno de los guapos oficiales de Hollywood después de muchas horas de dieta y de gimnasio. 

Lo conocimos gracias a sus apariciones televisivas en las series The O.C. y Parks and Recreation, en la que demostró su carismático desparpajo cómico. Fue a partir de su papel de jugador e béisbol en la película Moneyball. Rompiendo las reglas (2011) cuando comenzó a cambiar su imagen física. Fuimos testigos de su transformación a través de su cuenta de Instagram y después de mucho esfuerzo y muchas sesiones de pesas lo vimos convertido en Peter Quil, alias Star-Lord, el protagonista indiscutible de la franquicia de Marvel Guardianes de la GalaxiaGuardianes de la Galaxia, en la que despliega todas sus dotes de desparpajo canalla.

Muy religioso y seguidor de Trump

En el 2007 conoció a la que ha sido su esposa hasta hace solo un año, Anna Faris, durante el rodaje de la película Llévame a casa nena. Ambos fueron padres de un niño, Jack, cinco años más tarde. Fueron la pareja perfecta hasta que hace unos meses anunciaron su separación definitiva en un comunicado a través de Facebook después de ocho años de matrimonio. Nunca ha ocultado que es un hombre muy religioso y que Jesucristo es una de las figuras más importantes de su vida. Las malas lenguas aseguran que la ruptura con su expareja coincidió con el apoyo público que Pratt dio al presidente Trump durante las pasadas elecciones. Para el actor, Hollywood solo hace películas para parecer liberal y piensa que la verdadera clase trabajadora, a la que pertenecieron sus padres, es de ideología conservadora. Nunca ha renegado de sus orígenes humildes e incluso los capítulos más insospechados de su pasado se los toma con sorna, como que intentó ser stripper cuando vivió en Hawai y no le sacó el suficiente partido.

Este mismo año lo hemos visto en el mega-superproducciónVengadores: InfinityWar, y ahora regresa con la segunda parte de Jurassic World, en la que vuelve a interpreta a Owen Grady, el entrenador de dinosaurios con una conexión muy especial con la velociraptor Blue, pero esta vez a las órdenes de J. A. Bayona, del que destaca su personalidad tras la cámara a la hora de imprimir emoción incluso en las escenas de acción. Mientras esperamos que se meta en la piel de Cowboy Ninja Viking, Pratt sigue demostrando que es uno de los reyes de blockbuster actual.