ENTREVISTA

Soleá Morente: "Soy una mujer de extremos"

La cantante presenta su disco 'Ole Lorelei' en Apolo respaldada por el grupo indie Napoleón Solo

Soleá Morente, fotografiada en Barcelona

Soleá Morente, fotografiada en Barcelona / .42774673

Luis Troquel

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Extremadamente bella. En persona hace plena justicia a ese felino primer plano que, en azulado virado, ocupa la portada de su segundo disco: Ole Lorelei. tremadamente dulce. No solo cantando, también cuando habla. Lo que dice y la manera en que lo dice. Por ello, a nadie debe extrañar que este nuevo trabajo sea aún mucho más extremado que su predecesor. Más pop, más radicalmente alternativo y también mucho más flamenco. "Por más que intente hacer algo más clasificable tiendo a lo contrario: a trabajar de una manera muy libre, a unir extremos. Me gusta hacer equipo con gente que piensa diferente", afirma la granadina Soleá Morente.

Hija de Enrique Morente y Aurora Carbonell. Hermana de Estrella y Kiki. La de en medio. Y en una constante encrucijada es donde más a gusto parece sentirse. Si tituló su debut ‘Tendrá que haber un camino’, se enfrenta a su propio hecho artístico campo a través. Y presenta estas nuevas canciones el jueves en la sala Apolo muy bien acompañada por Napoleón Solo, el grupo que lidera Alonso Díaz Carmona. Con él ha hecho este disco, que en principio solo tenía que ser un single. "Nos encontramos con un sonido diferente y actual que evoca al mismo tiempo dos de mis principales referentes: Jeanette y Las Grecas. Seguimos haciendo canciones y entró también en el equipo mi admiradísima Lorena Álvarez".

Indie jondo

Con los tres vértices del triángulo definidos, faltaba todavía un elemento más: la inclusión en breves cápsulas de cante jondo con aroma a viejos discos de pizarra. "Yo les llamo microcantes y me sirven para explicar la canción que va a continuación”. Con mención especial a esa soleá con auto-tunetitulada La misa que voy yo’. "El cante siempre te permite ir donde quieras", asegura.

Nexo de unión con piezas que funden actual trap y ensoñadora psicodelia. A medio camino entre las musas de Gainsbourg, la escena indie a la que por derecho ella pertenece y el gipsy pop de los 70. O incluso el sonido Camela que, en los 90, cuando ella era aún una niña se colaba por las ventanas de su casa. "Vivíamos en el Sacromonte y justo enfrente había una chica, La Pili, que se ponía cada día a tender y limpiar escuchándolos. Camela es un grupo esencial".

Y tan extremada como Ole Lorelei es la propia naturaleza de Soleá Morente. "Me estoy dando cuenta de que soy una mujer de extremos, va en mi personalidad. No sé porqué pero siempre quiero llegar hasta el final, intentar saber qué pasa en el fondo del túnel… y eso a veces te sitúa en situaciones complicadas". O a contracorriente del discurso hoy preponderante. "Yo no soy partidaria de dividir la humanidad. Yo soy partidaria de los hombres y de las mujeres que sean buenos y tengan buenos principios. Y de quienes no los tengan también. Habrá que entenderlos y ayudarles de alguna manera".