Cannes abre sus pantallas a directores perseguidos en sus países

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El Festival de Cannes ha apostado en la edición de este año por el iraní Jafar Panahi y el ruso Kirill Serebrennikov, dos directores que, en principio, no podrían asistir al pase de sus películas por sus problemas con la justicia de sus países.

El delegado general del certamen, Thierry Frémaux, anunció la presencia por primera vez en la competición oficial por la Palma de Oro de Panahi, uno de los realizadores más prestigiosos de su país y sobre quien pesa desde 2010 una condena a seis años de cárcel que todavía no ha sido aplicada.

Pese a ello, sufre una inhabilitación profesional que le impide rodar, lo que no evitó que filmase de forma clandestina "Taxi", que ganó el Oso de Oro en el Festival de Berlín en 2015.

Panahi, de 57 años, proyectará en Cannes "Three faces", que Frémaux definió como "una 'road movie' en el Irán de hoy".

El director "no está en una situación cómoda, pero consigue hacer su trabajo. Hoy le decimos a las autoridades iraníes que recibirán una carta de nuestra parte, en cooperación con las autoridades francesas, para invitar a Panahi a venir a presentar su trabajo y poder luego regresar a su país", explicó Frémaux.

En una situación similar está el ruso Serébrennikov, quien se encuentra en arresto domiciliario acusado de malversación de fondos públicos, y que competirá con "Leto" ("El verano").

"Cannes siempre ha sido un lugar de libertad, de resistencia para los artistas. Le invitaremos a venir en persona", subrayó Frémaux a propósito del también director de teatro.

Serébrennikov ha sido objeto de una fuerte polémica en los últimos meses en Rusia por el estreno en el Teatro Bolshói del controvertido espectáculo "Nureyev" sobre el legendario bailarín ruso exiliado en Occidente.

Considerado uno de los directores de teatro más respetados de Rusia, Serébrennikov fue detenido e interrogado en mayo pasado y tanto su domicilio como su despacho fueron registrados.

Varias personas vinculadas con Séptimo Estudio, compañía creada por Serébrennikov, fueron detenidas por la presunta desaparición de los fondos destinados entre 2011 y 2014 al proyecto "Plataforma" de popularización y desarrollo del arte moderno.