ESTRENO

El TNC se embarca en un brutal viaje a la zona oscura del pasado

El autor y director uruguayo Sergi Calderón debuta en la Sala Tallers con la tragicomedia 'Que rebentin els actors'

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Marta Cervera

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El director y dramaturgo uruguayo Gabriel Calderón (Montevideo, 1982) debuta en el Teatre Nacional de Catalunya con 'Que rebentin els actors', versión catalana de una tragicomedia inspirada en la dictadura de su país, 'Ex, que revienten los actores'.

La necesidad de recordar de una joven, interpretada por Bruna Cusí ('Estiu 1993', 'Incerta glòria'), es el punto de partida de este montaje que cuenta con un potente reparto: Lina Lambert, Sergi Torrecilla, Inma Colomer, Francesc Ferrer, Jordi Banacolocha y Albert Ausellé. "La obra no va de la dictadura en mi país aunque está en su germen", explica Calderón,que dice estar encantado con su primera experiencia con actores catalanes. La idea de esta pieza surgió por un encargo del Théâtre des Quartiers d'Ivry de París.

El título tiene su origen en unas declaraciones del entonces presidente de Uruguay, José Mújica, exguerrillero tupamaro que lideró el país del 2010 al 2015. Preguntado sobre cuándo acabaría la tensión entre víctimas y verdugos de la dictadura, repondió: "Cuando revienten los actores". Es decir, cuando ya no estén quienes protagonizaron aquellos hechos. "Esa idea de hacer reventar a la gente me sedujo y quise plasmarla en escena", ha explicado el autor, de quien en Catalunya ya se han visto otras piezas como 'Mi muñequita' (en Temporada Alta). 

"La obra habla sobre la posibilidad de recuperar todo aquello que hemos perdido. Transcurre en un espacio donde reinan la confusión, el caos y la saturación porque la memoria no es un espacio ordenado pero hay que atravesar ese desorden y dolor", explica Calderón. "Refleja la imposibilidad de transformar la memoria en algo útil, la vergüenza de no saber utilizar bien el pasado para mejorar el presente".

"La obra refleja la imposibilidad de transformar la memoria en algo útil"

Gabriel Calderón

La idea es simple y original. Un físico cuántico, Tadeu (Francesc Ferrer) le regala a su novia Anna (Bruna Cusí) una máquina del tiempo para que pueda reencontrarse con sus familiares muertos y descubrir la verdad acerca de su pasado. Pero las cosas no saldrán exactamente como había previsto. La acción transcurre durante una cena de Navidad que va subiendo de intensidad, y no solo porque los personajes hablan sin filtro y de manera directa, con muchos insultos. 

Estrenar la pieza en catalán en el TNC es un paso importante para Calderón, que agradece el interés por el teatro uruguayo que desde hace años ha demostrado Xavier Albertí, director del TNC, con quien llevaba tiempo buscando el proyecto idóneo para ambos. "Uruguay queda lejos y además está entre dos países que hacen mucho ruido como Argentina y Brasil". El montaje estará en la Sala Tallers hasta el 29 de abril.  

La 'pegada' del catalán

Calderón escribió esta obra en español rioplatense, pero considera que en catalán -con traducción de Xavier Pujolràs- ha ganado. "El catalán suena brutal, pega más fuerte", afirma. Y, a modo de ejemplo, añade: "¡'Tarat' suena mucho mejor que tarado, que casi parece una caricia cuando lo dices en  castellano!".

Para los actores, este proyecto con Calderón ha sido refrescante por su peculiar forma de trabajar. Más que trabajo de mesa y análisis de personajes, les ha pedido que se lanzaran a experimentar, sentir y transmitir. "Es una obra nada fácil de hacer. Te lleva al límite en cuanto a energía y exige estar muy alerta, como si estuvieras en una partida de ping-pong", comenta Cusí. Lina Lambert destaca que su personaje está en las antípodas de su persona. "Para mí ha sido un viaje a un lugar desconocido. No sé cómo acabará pero es reconfortante estar en un sitio en el que no estaría nunca y decir cosas que nunca diría". La veterana Imma Colomer asiente. "Esta obra es un tsunami. He vivido algunas de las cosas que se explican en ella que también han pasado aquí. Creo que tocará al público, porque hablar de aquello que se ha tapado en nuestras familias o nuestro pasado es doloroso".