VIDA MÁS ALLÁ DE LA BOY BAND

Harry Styles, rumbo a la madurez

El exintegrante de One Direction constata su voluntad evolutiva, aun por cuajar, en la presentación de su disco homónimo en el Palau Sant Jordi

Un momento del concierto de Harry Styles, en el Palau Sant Jordi.

Un momento del concierto de Harry Styles, en el Palau Sant Jordi. / periodico

Adriana Valero Dengra

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Movimientos espasmódicos inspirados en Mick Jagger, traje de tachuelas metalizadas propio de David Bowie y una decena de temas que beben de los Beatles, Harry Nilsson o Elton John. A priori, cuesta creer que esta apuesta atemporal, y eminentemente inspirada en los referentes del soft-rock de los 70, fuera nada menos que el debut en solitario de un exmiembro de One Direction. Pero, en efecto, el autor de la propuesta es Harry Styles, el personaje más carismático de la boy band británica, que este viernes ha presentado su primer disco en solitario, de título homónimo, ante un Palau Sant Jordi mayoritariamente adolescente y femenino.

One Direction fue desde su nacimiento en 2010 en los platós The X Factor un producto meticulosamente prefabricado para arrasar entre preadolescentes y adolescentes. De ese mismo laboratorio de ‘bubblegum’ pop saldrían sus posteriores hits, ‘What Makes You Beautiful’ y ‘Story of My Life’. En 2016, un año después de la marcha de uno de sus miembros, la formación anunciaba su “separación temporal”. Un hiato que, tras dos años de silencio mediático, puede leerse como el fin de la banda.

La disolución causó un gran disgusto entre sus fans, que pronto verían parcialmente apaciguado con el lanzamiento en abril del 2017 del primer single en solitario de Styles, ‘Sign of The Times’. La elección de ese avance sería una de las decisiones más acertadas de su incipiente carrera en solitario, no solo porque se viralizara a los pocos minutos, sino porque dejaba claro que el nuevo proyecto del de Cheshire no iba a ser una extensión de su paso por One Direction. Con una producción impecable, el tema, con diferencia el más vitoreado entre el público del Sant Jordi, sirvió para desincrustarlo del universo pop –el único hábitat en el que lo habíamos visto desenvolverse- y le valió un recibimiento favorable de la crítica.

De baladas a hard-rock

Igualmente alejados del pop melódico y artificiosamente armonioso de One Direction, aunque ya sin ese factor sorpresa, los nueve temas restantes de este debut constatan una voluntad evolutiva aun por cuajar. El eclecticismo del repertorio explicita los múltiples intentos de Styles de dar con su nueva identidad, sin acabar de concretar su apuesta. En directo, el resultado fue un compendio que, en cuestión de minutos, pasó de una balada country como ‘Two Ghosts’, supuestamente dedicada a su expareja Taylor Swift, a un intento de hard-rock como ‘Kiwi’, hit que puso el broche apoteósico que pedía a gritos la noche.

El directo consiguió mantener un halo de sofisticación, sobre todo gracias a la calidad de los músicos que lo asisten, que se tornan esenciales a la hora de ensalzar temas como ‘Woman’ y ‘From the dining table’. Por el camino, canciones correctas y ciertamente elegantes -aunque acaben por pecar de poco arriesgadas-, como ‘Meet me in the Hallway’ o ‘Carolina’, y algún tema excesivamente edulcorado y repetitivo, como ‘Sweet Creature’, interpretado en un ring en el centro del recinto, o ‘Only Angel’, con el que Styles ha abierto el concierto envuelto en histriónicas ovaciones mientras se regocijaba en su picardía.

No faltaron hits repescados de One Direction ni la versión de otro himno adolescente, ‘Just a little bit of your heart’ de Ariana Grande, cuya eufórica acogida pone en entredicho si Styles está madurando más rápido de lo que sus fans desearían. El británico también se atrevió con un tema inédito hasta hace dos semanas, ‘Medicine’, interpretado como un himno a la bisexualidad y acogido con banderas arcoíris, como la que el propio cantante se ha colgado al cuello. Aunque, de momento, Styles prefiere no despejar las dudas sobre sus inclinaciones.

Icono de moda y promesa del cine

A este cambio de registro en los escenarios le acompaña una significativa renovación de armario que indudablemente le ha ayudado a dibujarse como un personaje con identidad propia. Despojado del aspecto prepúber de su época en One Direction, Styles ha pasado a convertirse en un icono de la moda ‘milennial’ luciendo durante su gira en solitario trajes en technicolor, estampados florales o chorreras. Su influencia en el sector lo ha llevado a ser elegido imagen de la línea de trajes de Gucci y a copar los rankings de 'mejor vestidos' en revistas como ‘Vanity Fair’.

De hecho, Styles también ha aprovechado este último año para sellar su primera incursión en la gran pantalla de la mano del mismísimo Cristopher Nolan. Su aparición en el filme bélico ‘Dunkerque’ fue alabada por el director británico por su “talento y naturalidad”, protagonizando una escena prometedora que le abre las puertas a una posible carrera cinematográfica y añade argumentos para que le sigamos la pista.