CRÍTICA DE CINE

'El club de los buenos infieles': risas machirulas

Comedia irremediablemente zafia que utiliza la fórmula del falso documental para certificar que el cine machirulo siempre tiene una buena representación en la cartelera

Un fotograma de 'El club de los buenos infieles'

Un fotograma de 'El club de los buenos infieles'

Beatriz Martínez

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La fórmula no es nueva. Hombres que utilizan la crisis de los 40 para lanzarse a mantener aventuras esporádicas y de paso reforzar su camaradería. Incluso el año pasado se estrenó una película francesa que tenía el mismo planteamiento, Alibi.com, agencia de engaños. El atracón de testosterona y falogocentrismo en ambas resulta tan agotador como innecesario, pero si algo salva la ópera prima de Lluís Segura es que sus personajes se muestren en toda su dimensión y no escondan su patetismo. El resultado es una comedia irremediablemente zafia que utiliza la fórmula del falso documental para certificar que el cine machirulo siempre tiene una buena representación en la cartelera.