crónica concierto

Ramon Llull resuena en la Sagrada Família

Salvador Brotons dirige con éxito en la basílica la 'Cantata de Randa', sobre la vida y obra del filósofo, poeta y misionero mallorquín

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César López Rosell

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El tradicional ‘Concert de Setmana Santa’ de la Sagrada Família tuvo, la tarde del sábado, una especial relevancia. El público, que llenaba la basílica, disfrutó de la oportunidad de seguir con un conmovedor silencio la ejecución de la ‘Cantata de Randa’, obra sinfónico-coral de Salvador Brotons basada en el libreto de la artista y activista cultural Neus Dalmau que recorre la vida y obra de Ramon Llull, filósofo, poeta, misionero y pionero en el uso del catalán escrito. La pieza, que retrata también los convulsos tiempos de su existencia, se había estrenado hace un año en Manacor y en el Palau de la Música, pero era la primera vez que se podía escuchar en un templo tan emblemático.

Para llevar a cabo esta nueva puesta en escena, el propio Brotons dirigió a la Orquestra Simfònica de Sant Cugat, el Cor de Cambra Sant Cugat, la Polifònica de Puig-reig, la soprano Maria Camps y el barítono Germán de la Riva, mientras que el rol de narradora lo ejerció Dalmau. El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, introdujo este acto previo a las liturgias de la semana consagrada a la muerte y resurrección de Cristo. La interpretación recibió la calurosa acogida que merecía la belleza y emoción de una laboriosa composición edificada a partir de un gran trabajo de búsqueda de diversas fuentes, entre las que figuran melodías judía, árabes, cristianas como el canto gregoriano, trovadorescas e incluso del ‘Cant de la Sibil·la’ mallorquín.

Atmósfera medieval

La apelación a este legado ha contribuido a crear la atmósfera de la época medieval en la que vivió este icono cultural y religioso. Funciona muy bien el conjunto de todos los elementos aunque a veces la lectura de los párrafos de la narración, reforzados por la música de fondo, cree una cierta dispersión en el oyente. Nada de eso perturba el homenaje que esta cantata ofrece a uno de los pilares de nuestra cultura. Y lo que es más importante, el concierto en la basílica ha dado una nueva oportunidad a una obra contemporánea para que siga viva después de su estreno (algo no usual), dejando la puerta abierta para que la experiencia se repita por su idoneidad en marcos del patrimonio histórico.

Brotons, actual titular de la Banda Municipal, puso todo su apasionamiento y entrega, con gestos precisos de gran efectividad, en la dirección de su obra. La orquesta y las corales respondieron con un sonido compacto y bien empastado y los solistas interpretaron muy bien sus partes. Fue una velada de las que quedan en el recuerdo por su valor musical y cultural.