ENTREVISTA AL GANADOR DEL RAMON LLULL

Gironell y los sueños del hombre que sirvió a Marilyn su última cena

El novelista presenta 'La força d'un destí', recreación de la vida de Jean Leon, emprendedor catalán que compartió secretos y confidencias con las estrellas del Hollywood de los 50 y 60

El escritor y periodista Martí Gironell.

El escritor y periodista Martí Gironell. / periodico

Anna Abella

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Cuatro actores -James Dean, Frank Sinatra, Marilyn Monroe y Liz Taylor- y dos presidentes –John Fitzgerald Kennedy y Ronald Reagan-, con los que compartió amistad, secretos y confidencias, marcaron la existencia de Jean Leon, antes Ceferino Carrión, en el Hollywood de los 50 y 60, al que llegó “en busca del sueño americano, huyendo con 20 años de la España franquista que le asfixiaba”. “Fue una vida de película”, trufada de jugosas anécdotas de las estrellas con las que topó, que inspiró al escritor y periodista Martí Gironell (Besalú, 1971) ‘La força d’un destí’ (Columna; Planeta en castellano), Premi Ramon Llull 2018‘La força d’un destí’

“Jean Leon era uno de los nuestros”, señala, sin voluntad de evocar ningún lazo mafioso, el autor de ‘El pont dels jueus’. De origen cántabro y criado en Catalunya, logró llegar, tras siete intentos frustrados, como polizón a Nueva York gracias a la ayuda de un marinero negro al que, afirma, siempre quiso reencontrar para agradecérselo. En Estados Unidos cambió de identidad para eludir la mili de la dictadura y se introdujo en Hollywood como camarero en el restaurante de Sinatra, Villa Capri. Y ahí, el primer favor que le hizo a La Voz. “Le encubrió cuando el cantante y un Joe DiMaggio en proceso de divorcio de Marilyn le dieron una paliza a una pareja creyendo que era la actriz con un amante”.

Amigo de James Dean y Paul Newman

Leon pronto se hizo amigo de James Dean, con el que proyectó un restaurante, La Scala, al lado de Rodeo Drive, que consiguió abrir a pesar de la prematura muerte del actor de ‘Al este del Edén’ al volante de su Porsche Spyder. Y de Paul Newman, que, explica Gironell, decía que “si no hubiera sido por Jean Leon no habría llegado donde llegó, porque le convenció de que cogiera los papeles de Dean que ahora le ofrecían a él y los hiciera lo mejor posible como homenaje”. 

Cuenta el autor de ‘L’arqueòleg’ que Leon supo seguir los consejos de Jimmy van Heusen, letrista de Sinatra, para tratar con éxito a las estrellas en su restaurante, local de moda que frecuentaban actores, actrices, políticos, cineastas, jugadores de béisbol y fútbol americano o presentadores de TV. “Era un buen anfitrión, su confidente, su amigo. Guardaba sus secretos, era discreto y le veían como un confesor. E hizo de La Scala un búnquer del que no llegaba nada a la prensa a no ser que lo quisieran. Además, la buena cocina, la hospitalidad... Les hacía sentir como en casa”. Allí, Marilyn tenía siempre mesa reservada.   

"Leon llevó a casa de Marilyn la que sería su última cena. Según la secretaria de la actriz, esa noche estaba con Bob Kennedy"

Martí Gironell

— Escritor y periodista 

“Son estrellas que a través de Leon nos llegan como seres humanos, con sus dolores de cabeza y frustraciones, que compartían con él”, recalca. Pero también tenía un lado oscuro, pues para lograr su ambición de éxito, podía llegar a usar la mano dura con sus trabajadores y “tuvo que pagar peajes y hacer sacrificios. Hizo una elección egoísta y abandonó cada vez más a su mujer y sus hijos por el mundo de Hollywood”.

El vino en el Penedès

Gironell entrevistó a una hermana de Leon y a un hijo, además de al enólogo Jaume Rovira, al que contrató en 1962, cuando decidió comprar unos terrenos en el Penedès para hacer su propio vino. “La primera cosecha buena no llegó hasta 1969. La gente de la comarca sentía rabia ante alguien de fuera que llegaba y arrancaba las variedades locales para plantar otras no autóctonas. Pero hoy se le ve como un visionario”. 

Para recrear la historia de Leon, Gironell interconecta increíbles anécdotas reales creando situaciones verosímiles extraídas también de las hemerotecas de ‘The New York Times’ y ‘The Washington Post’, de biografías y de los obituarios de la época.

Jugosas anécdotas de estrellas como Liz Taylor, Ava Gardner, Sinatra o Paul Newman prueban la confianza que tenían en Jean Leon  

De ese catálogo sobresale que Leon “llevó personalmente a casa de Marilyn la que fue su última cena”. No era la primera vez, pues La Scala tenía un servicio a domicilio para las estrellas. “Que esa noche viera allí a Bob Kennedy, hermano del presidente, está en la biografía de la secretaria de Marilyn. Y dos esbirros del mafioso Sam Giancana cenaron ese día en La Scala. Yo até los cabos”.

Otros episodios son los encuentros del presidente Kennedy con Marilyn o cómo esta le contó a Leon que Aristóteles Onassis la sondeó para que se casara con Rainiero de Mónaco, antes de saber que este estaba enamorado de otra rubia –Grace Kelly-, para convertir así el Principado en un polo de atracción y glamur para sus negocios. 

Kennedy en la España de la guerra civil

No faltan detalles poco conocidos, como que el padre de Kennedy, cuando era embajador en Londres, “envió a su hijo John y a su hermano mayor a la España de 1936 para valorar cómo estaba el país porque no se fiaba del servicio de espionaje”.  

Otros los protagoniza Elisabeth Taylor, que se hizo enviar los canelones de La Scala a Londres; o Ava Gardner, que discutió con Sinatra cuando estaban casados sobre abortar porque había quedado embarazada y Hollywood se lo prohibía por contrato a las estrellas; o Reagan (que sirvió vino de las bodegas Jean Leon para celebrar su llegada a la presidencia) que brindó con Dean y Leon cuando los tres eran aún jóvenes para que sus sueños se cumplieran. Y lo hicieron.