Los premios de Hollywood

Jimmy Kimmel en la era del #MeToo

El cómico aborda con una mezcla de humor y seriedad el acoso y la falta de diversidad en Hollywood

Jimmy Kimmel, de pie, habla con Steven Spielberg.

Jimmy Kimmel, de pie, habla con Steven Spielberg. / AK PM DC

I. N.

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Presentar los Oscar Oscarsiempre es un reto no siempre agradecido, pero hacerlo este año era aún más complicado, casi como un triple salto mortal. Había que abordar el escándalo de abusos sexuales de quien fue uno de los pesos pesados de Hollywood, Harvey Weinstein, primera pieza de una larga serpiente de dominós en la que desde octubre han seguido cayendo fichas, y había que dar voz a quienes durante mucho tiempo tuvieron que callar y ahora claman #MeToo. Había que abordar también las deficiencias en términos de diversidad, no solo de género sino también racial, que sigue manteniendo la industria más poderosa del cine mundial, Y, por si eso fuera poco, había que abordar el estrepitoso fallo del año pasado, cuando se anunció la mejor película ganadora equivocada. Todo lo ha hecho en esta 90 edición Jimmy Kimmel.

El cómico, que ha vuelto por segundo año consecutivo como maestro de ceremonias, ha empezado cogiendo al toro por los cuernos y ha salpicado pronto su monólogo con las referencias a Weinstein y otros acosadores. Primero lo ha hecho con humor, acercándose a una gran estatua de un Oscar y diciendo: “Es el tipo de hombre que necesitamos más en esta ciudad. Mantiene las manos donde pueden verse y no tiene ningún pene”.

Pero justo después se ha puesto serio. “Lo que pasó con Harvey, y está pasando en todos sitios, hacía tiempo que tenía que haber pasado”, ha dicho. “No podemos dejar que el mal comportamiento resbale más. El mundo nos está mirando. Necesitamos marcar un ejemplo”.

Los dardos en los temas serios a partir de entonces no han dejado de llegar. Y las siguientes frases sirven como ejemplo.

“Siempre recordaremos este como el año en que los hombres la cagaron tanto que las mujeres empezaron a salir con peces” (una referencia a 'La forma del agua').

Hollywood está perdido sobre las mujeres: hicimos una pelicula que se titulaba 'En qué piensan las mujeres' y la protagonizaba Mel Gibson”.

“Recuerdo un tiempo en que los principales estudios no creían que una mujer o alguien de una minoría pudieran llevar una película de superhéroes (en referencia a los fenómenos 'Wonder Woman' 'Black Panther'). Y la razón por la que recuerdo ese tiempo es porque era marzo del año pasado”.

El ‘sobregate’ y Trump

Kimmel también se ha reído del ‘sobregate’ nada más empezar la gala, diciendo a los asistentes: “Este año cuando oigan su nombre no se levanten inmediatamente. Dénnos un minuto”.

Parte de su comedia crítica ha estado dirigida a la presidencia de Donald Trump. Tras mencionar que Lupita Nyong’o nació en México y se crió en Kenia, el cómico ha soltado: “Dejemos que empiece la tormenta de tuits desde el baño del presidente”. Y cuando ha recordado que de las nueve nominadas a mejor película solo dos ('Dunkerque' y 'Déjame salir0) recaudaron más de 100 millones de dólares, ha apostillado: “esa no es la cuestión. No hacemos películas como 'Call me by your name' por dinero. Las hacemos para molestar a Mike Pence”, ha dicho refiriéndose al ultraconservador y cristiano vicepresidente.