CICLO SIT BACK

Hauschka, aventurero de las teclas y las cuerdas

El músico alemán, nominado al Oscar por la banda sonora de 'Lion', visita el Auditori con su piano preparado y sus pianolas

Volker Bertelmann, alias Hauschka, en una imagen promocional

Volker Bertelmann, alias Hauschka, en una imagen promocional / periodico

Juan Manuel Freire

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Cuando empezó a trastear y hacer cosas raras con su piano de cola vertical Bechstein, el alemán Volker Bertelmann (Kreuztal, Alemania, 1966) no sabía que ya existía toda una tradición musical asociada a ese 'tuning'. Realmente no pretendía escribir el siguiente capítulo en la historia del 'piano preparado'. "Estaba en un estudio de Gales", nos explica, "y me dio por ponerle bolsas de celofán a las cuerdas y a tocarlas con los dedos directamente. Me sorprendió que el sonido cambiara de una manera tan drástica".

En aquel 'coup d’essai' con "bolsas para pasteles de Navidad", precisa, se acabaría basando su carrera como Hauschka, un alias con el que ha editado una docena de álbumes de clásica contemporánea y casi otras tantas bandas sonoras. Aquel primer impulso lúdico no desaparece en ningún tramo de su discografía, ni siquiera cuando está más presente esa melancolía típicamente centroeuropea. Y continúa vivo en el reciente 'What if', en el que suma las pianolas (pianos que se tocan solos) a su arsenal habitual. El jueves, día 22, lo presenta en el Auditori como parte del ciclo filoalternativo Sit Back.

Rico en texturas, ritmos y colores, surcado por deliciosos choques hombre/máquina, 'What if' se presenta como una nueva cumbre en una carrera que empezó a despegar a todos los niveles con 'Room to expand' (2007). "Ese disco era la música adecuada en el momento adecuado", dice Hauschka. "Por fin, podía grabar un disco con dos chelistas y que no pareciese algo poco cool. De todos modos, siempre hice esta música porque me gustaba… Y no esperaba tener una carrera musical llegado a los 38".

Una banda en una caja

Bertelmann empezó a aporrear teclas a los 8 y tomó lecciones de piano clásico durante una década. Después, escapó de su propia sombra. A principios de los 80 formó un grupo de rock, a principios de los 90 uno de hip hop (los casi famosos God’s Favorite Dog), luego uno de drum'n'bass (Nonex)… Pero finalmente retornó a la clásica, siempre desde una mirada heterodoxa, abierta tanto a la modificación del piano como al software moderno. Su experiencia en géneros populares modificó necesariamente su forma de entender la clásica: "Mi afinidad por las canciones y su estructura me llevó a acercarme a esta etapa de forma distinta a si solo hubiera sabido piano clásico. El piano preparado me ayudó, porque puede cumplir muchas funciones. Con él puedes hacer sonidos de percusión y de bajo. Es un poco como una banda en una caja".

Cada disco de Hauschka es una aventura diferente, mezcla, dice, "de una inspiración intuitiva y una clara decisión de moverse hacia delante, o hacia un lado, pero nunca quedarse quieto". Una forma de avanzar es dejarse acompañar e intercambiar ideas, algo a lo que Bertelmann está más que acostumbrado. Hace seis años cofirmó el improvisatorio e impresionante 'Silfra' con la violinista Hilary Hahn. Por su colaboración con Dustin O'Halloran en la música del drama trotamundos 'Lion' fue nominado a algunos de los más grandes premios del cine: el Oscar, los Globos de Oro, los Baftas... Era su consagración como 'bandasonorista' después de trabajar en filmes de Doris Dörrie y James Franco, entre otros.

¿Cómo se repartieron Dustin y Volker, ambos pianistas, el trabajo en esa película? "Lo hicimos todo juntos y los dos hicimos todo solos. Quizá sea una respuesta extraña, pero al colaborar con Dustin siento que toda la música que viene de mí es suya y viceversa. Nunca sentí que hubiera mucho diferencia entre lo mío y lo suyo. Compusimos la música siempre juntos, pero hay pequeños fragmentos que son de cada uno de los dos".

Tras el éxito de aquella música más-grande-que-la-vida, ha compuesto otras seis bandas sonoras. Y viene a visitarnos de milagro, porque está liado con la nueva película de Baltasar Kormákur ('Adrift', protagonizada por Shailene Woodley) y la serie 'Patrick Melrose', nuevo vehículo para el lucimiento de Benedict Cumberbatch. "Sigo aprendiendo en este terreno", admite Volker. "Mientras aprendo, trato de divertirme, de disfrutar todo lo que puedo".

Amistad con Jóhannsson

Es fácil conectar a Hauschka y el hace poco fallecido Jóhann Jóhannsson. Ambos músicos de pasado rock, entregados luego al cruce de clásica con electrónica, y finalmente empleados a tiempo parcial en el cine. La conexión existía y era personal además de artística: "Jóhann y yo teníamos una gran amistad. Nos veíamos a menudo. Hace unos años hicimos una gira juntos, Dustin, él y yo ['The Transcendentalists', en el 2012]. Ha sido una gran pérdida. Su música siempre será parte de mi vida”.

Tristes casualidades, Bertelmann toca mañana en el mismo escenario donde su amigo dio el último concierto de su vida. Promete mostrarnos a "Hauschka en todas sus caras, incluyendo un par de improvisaciones en solitario". Y para los más devotos de su último disco: habrá, habra pianolas. "Me he hecho con dos y vienen en coche desde Alemania".