CRÓNICA DE UN ELEPÉ FUNDAMENTAL

'Camino Soria', así se construye un clásico

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zentauroepp42199841 icult fotografia de la promoci n del libro camino soria de e180219154802 / ALBERTO GARCÍA-ALIX

Rafael Tapounet

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Gabinete Caligari entró en 1987 con la congoja de la pérdida, apenas dos días antes, del saxofonista y amigo Ulises Montero -"un gran tipo metido de hoz y coz en el juego siniestro de la heroína"- y despidió el año en los televisores de toda España como parte del elenco del especial de Nochevieja de TVE 'Súper 88'; allí, entre confeti y nubes de humo sintético, el trío madrileño compartió gala con Kid Creole & The Coconuts, Eros Ramazzotti, Sara Montiel, Brigitte Nielsen, Miguel Bosé, Camarón de la Isla y Sabrina Salerno y su pecho insurrecto. Entre otros. "Aquello se grabó en noviembre en el estudio 11 de Prado del Rey. Estabas ahí, en los camerinos, viendo pasar a toda esa gente. Cuando te tocaba salir, hacías tu paripé y eso era todo. Luego lo montaban y parecía que nos estábamos pegando un fiestón de fin de año. La televisión es así, puro embeleco".

Quien habla es Eduardo Rodríguez Clavo, el tipo serio de la parpusa y las patillas de hacha que tocaba la batería en Gabinete Caligari. Licenciado en Historia del Arte y apasionado de las motos y las carreteras (asuntos a los que dedicó su primer libro, 'Grasas y otros materiales nobles'), Edi Clavo acaba de publicar, de la mano de la editorial Contra, una absorbente crónica del proceso de gestación, grabación y promoción del elepé que hace 30 años lanzó al grupo al estrellato y a los platós de todos los programas de variedades de la época, incluido aquel especial de Nochevieja: la historia de 'Camino Soria'.

"Tenía clarísimo que si escribía sobre un disco, el elegido sería ese, porque es el más relevante y el más redondo de toda nuestra trayectoria como grupo", explica Edi. También es, aunque él no lo diga, uno de los álbumes más importantes y mejor diseñados de la historia de la música popular en España. Como escribe el propio autor en el prólogo del libro, 'Camino Soria' es "un artefacto pop audiovisual cuyo discurso conceptual ha trascendido los embates del tiempo". En otras palabras, un clásico, como atestigua la nueva edición remasterizada que se pondrá a la venta el 8 de marzo.

Guitarras y solisombras

Con una prosa barroca y castiza que es puro Gabinete (un caso raro de grupo en el que la tarea de escribir letras se hacía siempre en equipo), Clavo evoca la época y el lugar en los que nació el disco: Madrid, 1987, solisombra y J&B con hielo, entre el desparrame de una Movida que agonizaba y las tardes de toros en la grada 7 de la Monumental de Las Ventas. Después de saltar al ruedo musical como un trío de onda siniestra con ganas de provocar; de inventar el 'rock torero' en un primer elepé que mezclaba guitarras afiladas y castañuelas; de alumbrar una obra maestra de majestuosa belleza como el minielepé 'Cuatro rosas', y de acceder a una relativa popularidad con el ritmo alegre y accesible de 'Al calor del amor en un bar' (canción que llegó a ser propuesta por TVE para representar a España en Eurovisión), Gabinete Caligari se enfrentaba al reto de grabar su primer disco para una multinacional. Un toro al que Edi Clavo, Jaime Urrutia (voz y guitarra) y Ferni Presas (bajo) se arrimaron "sin agobios ni urgencias" pese a ser conscientes, apunta el batería, de que "el tren del éxito, en una actividad tan precaria como el rock en español, solo pasa una vez en la vida".

En dos meses de trabajo intensivo, alumbraron nueve canciones sin tacha que, como ocurría en 'Cuatro rosas' (Edi considera que 'Camino Soria' es "la sublimación musical" de aquel minielepé), bebían de los solistas y grupos que habían marcado "la educación sentimental pop y rock" del trío: Bob Dylan, los Rolling Stones, los Kinks, Lou Reed, los Doors, la Motown (influencia determinante en la arrebatadora 'Tócala, Uli') y, sobre todo, los Beatles, de quienes aprendieron a trabajar en un contexto pop géneros en principio ajenos a los códigos del rock como el swing ('Suite nupcial') o la bossa nova ('Saravá').

Fue durante el proceso de escritura de las letras cuando tomó forma la idea de vertebrar el disco en torno a un vago eje conceptual. "Ulises había muerto y Jaime acababa de romper con su novia, y probablemente todos esos sentimientos se filtraron en las canciones, que hablaban de melancolía, de derrotas, de buscar un sitio donde lamerse las heridas en soledad". Ese aire de tristeza otoñal se vio reforzado por un cuidado envoltorio en el que se combinaba la portada en blanco (los Beatles, de nuevo), diseñada por Pablo Sycet, con las fotos en blanco y negro que Alberto García-Alix tomó al grupo junto al río Duero tras una noche sin dormir.

"La mejor canción de Gabinete Caligari"

El paisaje elegido se correspondía con el contenido de la canción que dio título al elepé: un largo medio tiempo construido en torno a un patrón de batería tomado del 'I'm only sleeping' de los Beatles y una frase de órgano de aire eclesiástico (el título provisional antes de que hubiera letra era 'Ponte la casulla'). A juicio de Edi Clavo, es la mejor composición de Gabinete Caligari -"la canción más rica que grabamos nunca; la más lograda en cuanto a melodía, instrumentación, producción y equilibrio de todos los elementos que entran y salen continuamente"-, aunque el baterista guarda en su corazón un lugar muy especial para 'Como un pez', "que es una canción un poco olvidada, una especie de cara B".

De 'Camino Soria' se vendieron 300.000 copias. Subidos al tren del éxito (literalmente: el grupo fue fichado por la empresa Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha para protagonizar un anuncio), Jaime, Ferni y Edi se embarcaron en una gira extenuante que no dejó pueblo o pedanía española sin peinar. "Fue una paliza horrible, pero teníamos 28 o 29 años y a esa edad te puedes echar al cuerpo lo que haga falta".

Almas "ajadas"

Después llegaron la frustrante grabación del álbum 'Privado' ("hay grabaciones que fluyen y otras que se atascan, y ese disco se atascó), el éxito supersónico de 'La culpa fue del cha-cha-chá', la imitación de Martes y Trece y, a partir de ahí, la caída inevitable. "El público se cansó de nuestras caras y de que saliéramos hasta en la sopa. La música pop necesita almas jóvenes y las nuestras ya estaban un poco ajadas en ese momento".

Fue una decadencia que se alargó durante toda la década de los 90 y que dañó de manera irreparable la relación personal entre Jaime, por un lado, y Edi y Ferni, por otro. "Éramos tres amigos, lo fuimos durante prácticamente toda la carrera del grupo -explica Clavo-. Cuando vimos que aquello se desmoronaba, cada uno pensó en salvar los muebles a su manera". La profundidad de la herida deja hoy poco margen a la especulación sobre una posible reunión de Gabinete Caligari. "Desde que en 1999 Jaime Urrutia nos dijo que quería dejar el grupo, no hemos vuelto a hablar, ni nosotros con él ni él con nosotros. La relación está rota".

Al parecer, y pese a lo que dice la canción, hay traiciones que no se borran de la memoria jamás. Ni siquiera camino de Soria.