Cuadernos Hispanoamericanos cumple 70 años con ambición de "muchos más"

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Lo más difícil en el mundo de la edición es "mantenerse", y Cuadernos Hispanoamericanos ha sabido hacerlo durante 70 años sin perder un ápice de su "prestigio" y "calidad" y con ambición de permanecer "muchos más", llevando la voz a un lado y al otro del charco "del mejor pensamiento", según sus promotores.

"La revista ha durado y vivido y sobrevivido desde la dictadura hasta nuestros días y, en la medida posible, queremos que sea mucho más (...) No solo es longeva, es exitosa y de buena reputación y ha ido por delante de sus tiempos", ha señalado en un encuentro con medios el director de Relaciones Culturales y Científicas de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), Roberto Varela.

La "clave" de la supervivencia de este tipo de publicaciones, ha subrayado Varela, es que el Estado es "subsidiario" y resisten, gracias a esa financiación, todas las "vicisitudes", algo que no pueden hacer las que se financian con capital privado.

Del mensual se editan 2.000 ejemplares en papel -a 5 euros-, que se distribuyen por suscripción pero llegan a los 20.000 lectores gracias a su edición digital.

Su deseo sería que una revista "de tanta calidad" se vendiera en los quioscos pero es un proyecto que aún hay que madurar, según ha explicado el responsable de la Aecid, editora de la revista junto al Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

El número 70, que presentará esta tarde en un acto en Casa de América el secretario de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el Caribe, Fernando García Casas, dedica la portada de su número conmemorativo a Mario Vargas Llosa, porque, según ha revelado su director, Juan Malpartida, "nunca la había protagonizado".

"Le teníamos marginado. Se han comentado todos sus libros, reeditamos 'Historia de un deicidio', y desde que vivió a principios de los 50 en Madrid ha estado vinculado a la revista. Pensamos que era un buen momento para que fuera el protagonista", ha indicado Malpartida.

El periodo "más oscuro" que ha vivido la publicación, según Malpartida, fue a partir de 1976, con la eclosión de revistas literarias e intelectuales -hasta 40 cabeceras- que "la arrinconaron" durante un tiempo porque era "mucha la competencia".

Por la dirección de la publicación han pasado Pedro Laín Entralgo, Luis Rosales -"dedicó, nada menos que en 1949, un monográfico a Antonio Machado"-, José Antonio Maravall, Félix Grande, Blas Matamoro y Benjamín Prado.

El número conmemorativo de los 70 años, el 812, incluye una entrevista con Vargas Llosa y un dosier, coordinado por Jorge Eduardo Benavides, sobre literatura peruana actual, además de la colaboración especial de Antonio Muñoz Molina, Héctor Abad Faciolince, Jorge Edwards, Nélida Piñón, Rafael Argullol, Félix de Azúa y Eduardo Mitre, entre otros.

La "gran aportación" de la revista, ha indicado Malpartida, es "el vínculo con América Latina", articulado a través "de la unidad de la lengua".

Pese a ser una publicación centrada en la producción de la lengua española, ha precisado, desde sus inicios ha tenido "una voluntad universal" y por ello ha dado voz a escritores de otras lenguas con ensayos, poemas y estudios académicos.

En el histórico de colaboraciones -"a los que se ha pagado siempre, y bien", ha presumido Malpartida- destacan Ramón Menéndez Pidal, Martin Heidegger, Octavio Paz, Julio Cortázar, Yves Bonnefoy, Charles Tomlinson, George Steiner o Fernando Savater.