ESTRENO

Portaceli revisa el mito de Frankenstein

La premiada directora explora la monstruosidad humana con Àngel Llàcer y Joel Joan como protagonistas en el TNC

Frankenstein, teatro Àngel Llàcer y Joel Joan

Frankenstein, teatro Àngel Llàcer y Joel Joan / periodico

Marta Cervera

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El apuesto Joel Joan nunca imaginó al aceptar trabajar a las órdenes de la premiada Carme Portaceli en 'Frankenstein' que el rol reservado para él era el del monstruo. Pese al shock, aceptó el reto de convertirse en esa extraña criatura junto a su padre en este montaje, Àngel Llàcer encarnando a Víctor Frankenstein. Ambos han sufrido lo suyo para adaptarse a un tipo de personaje que está en las antípodas de sus roles habituales.

"Ha sido durísimo para ambos", reconoce Portaceli encantada con la extraña fuerza que emana entre ellos y la entrega de todo el reparto. La directora ha intentado huir de cualquier otra versión y crear una propia realizando un intenso trabajo de creación con todo el equipo de un montaje que va "como un tiro certero y directo al corazón".

Reflexión sobre el ser humano

Portaceli espera emocionar profundamente al espectador en el estreno en el TNC el próximo jueves de esta producción conjunta entre el teatro público y la Factoria Escènica Internacional (FEI). "Es una historia preciosa, una reflexión sobre el ser humano, fiel a la novela pero diferente", explica Portaceli, directora del Teatro Español.

Como en el libro, precursor del género de ciencia-ficción, la obra se pregunta ¿quién es más siniestro, la criatura o su creador? La adaptación de Guillem Morales de la famosa novela romántica de Mary Shelley (1797-1851) se centra en el viaje inverso que realizan el egocéntrico Dr. Victor Frankenstein y su criatura.

La pesadilla del científico empieza cuando tras crear un ser contranatura a partir de cadáveres diseccionados se desentiende de él nada más lograr su experimento. "Él, que tiene todo el conocimiento, viaja de la luz a la oscuridad. Pese a su inteligencia, empieza a transformarse desde el momento en que abandona a su criatura", destaca la directora. Todo lo contrario que su monstruosa creación, ese ser deforme de grandes dimensiones.

De la oscuridad a la luz

"Su recorrido será de la oscuridad a la luz. Es rechazado por diferente pero aprende a caminar, hablar, leer, sentir y amar”. Su gran aliado será De Lacey, que interpreta Lluís Marco quien también asume el rol del padre de Victor Frankenstein. El reparto de completa con Magda Puig (Elisabeth), Albert Triola (Henry), Pere Vallribera (William) y Alba De la Cruz (compañera).

"El montaje empieza con la creación de Frankenstein porque es importante resaltar ese vínculo entre él y su criatura. Aunque la rechace, ambos están conectados", afirma Morales, que desde hace años reside en Londres y debuta en el teatro con esta obra.  

La dramaturgia del director y guionista del filme Los ojos de Julia se centra, por un lado, en el acto de la creación y la responsabilidad que implica. Por otro, en el miedo y rechazo hacia el otro, el desconocido, el diferente. Ese miedo atávico que la novela de Shelley cuestionó poniendo en tela de juicio a la moral burguesa de su época que identificaba lo bello con lo bueno y lo feo con lo malo.

Escenografía cambiante

La acción se sitúa en la época de Shelley, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, cuando la sociedad todavía se preguntaba acerca del progreso, de las consecuencias de los avances científicos y de la revolución industrial. Aunque se ha trasladado a escena con fidelidad tanto la atmósfera de la novela como los personajes, la adaptación incluye variaciones importantes, sobre todo en el último acto. El final no es como el de la novela.  "Quería explorar más la relación entre creador y criatura", explica Morales.

El espacio escénico se adapta a la historia, intenta captar esas atmósferas reales y poéticas, inquietantes y bellas de la novela. La luz, los efectos sonoros, la música y las proyecciones juegan un papel importante a la hora de crear atmósferas y de transformar la caja escénica en un espacio capaz de oprimir o liberar a los personajes. 

Ni Joan ni Llàcer habían leído el libro de Shelley.  Para el primero ha sido todo un descubrimiento. "Pensaba que el monstruo era ese ser de los dos tornillos en la cabeza de las películas pero me quedé fascinado con el libro", confiesa Joan, que se ha rapado la cabeza para dar mayor veracidad al personaje. "Esa criatura que solo busca ser aceptada, tiene una gran capacidad para aprender y acaba siendo un auténtico intelectual. Lejos de ser un monstruo acabará siendo el más humano", opina.

Rol muy exigente

También es un rol muy exigente físicamente pero el esfuerzo compensa.  "Disfruto mucho con este papel. Hago una catarsis en el escenario".  En cambio, para Llàcer está resultando muy duro el proceso de ensayos, no se siente nada a gusto en la piel del Dr. Frankenstein. "Cuando empecemos las funciones y solo tenga que ser Víctor Frankenstein dos horas al día viviré mejor", dice ojeroso y visiblemente agotado. A diferencia de lo que suelen decir los actores, no disfruta en el rol del malvado. "Es interesante pero resulta muy complicado porque yo no soy así. Cuando acepté no sabía que Victor Frankenstein era un personaje tan oscuro y horroroso".   

Es mucha la demanda anticipada pero también muchas las funciones previstas. 'Frankenstein' se despedirá del TNC el 25 de marzo la obra irá de gira por once localidades catalanas