Ramon Muntaner: operación rescate

Hace ahora 30 años, en 1988, Ramon Muntaner colgaba la guitarra y orientaba su carrera hacia la gestión musical, primero en la oficina ‘Ressons’, de la Generalitat, y luego como delegado de la SGAE en Catalunya, cargo que conserva en la actualidad. Ese retiro lejano ha dejado suspendida en el tiempo una obra que bien merece una operación rescate como la que propone el recital ‘Cançó de carrer’, ideado y dirigido por Joan Isaac, y que se mostrará este sábado en el teatro Joventut, de L’Hospitalet, dentro de Barnasants.

Un concierto en el que nueve voces recorrerán las composiciones de este cantante y guitarrista al que quizá no podamos llamar cantautor porque nunca interpretó letras suyas, sino adaptaciones poéticas. Joan Isaac ha enrolado en la aventura a Roger Mas, Enric Hernàez, Sílvia Comes, Gemma Humet, Coses, Borja Penalba, Túrnez & Sesé y Rusó Sala, cartel al que estos días se ha sumado Serrat. Abordarán 17 canciones. “Las que para mí son más bonitas y que mejor representan una época”, explica Joan Isaac, que ha defendido una “revisión respetuosa con la estética musical de su tiempo”. Piezas, la mayoría, procedentes de tres álbumes del trovador de Cornellà: ‘Cançó de carrer’ (1975), ‘Presagi’ (1976) y ‘Veus de lluna i celobert’ (1978).

Las carreras de Joan Isaac y Ramon Muntaner presentan paralelismos: ambos debutaron con sendos ‘singles’ lanzados en 1974: ‘Rèquiem’ y ‘Decapitacions XII’, respectivamente. Dos años antes, uno y otro se habían presentado al concurso Promoció de Noves Veus, en la Cova del Drac. Y ganó Muntaner. “Merecidamente”, apunta Joan Isaac, que quedó segundo con su grupo Nosaltres. Les une haber formado parte, “junto Marina Rossell y Coses”, de lo que él llama una “generación coitus interruptus’”. Algunos dejaron la música en los 80. Temporalmente, en el caso de Joan Isaac, que recuerda a Ramon Muntaner como “un muchacho tímido que, cuando pisaba el escenario, tenía una fuerza enorme, con un grito casi ‘raimoniano’ en canciones como ‘Aquesta remor’”.

Esa actitud enérgica, sumada a arreglos que podían incluir exploraciones progresivas, lleva a Roger Mas a atribuir  “un punto rockero importante” a Muntaner. “En él encontré a alguien capaz de conectar a mis referentes, Pau Riba y Sisa, con Els Setze Jutges”, razona el cantautor de Solsona, que se riñe a sí mismo por haber descubierto tarde sus discos. “Con 25 o 26 años”, confiesa. Gemma Humet, en cambio, pese a haber nacido precisamente en 1988, dice haberle escuchado de pequeña en casa. “Y al comenzar a cantar en los recitales incluía su adaptación de ‘Valsinha’, de Chico Buarque”, recuerda. Si bien su favorita es 'La plaça del diamant'.

De trovador a gestor

El homenajeado no saldrá a cantar en el Joventut. “Estoy muy desentrenado. Desde 1988 no he cantado ni en la ducha”, bromea Ramon Muntaner, que deja claro que este recital “no es el preludio de un regreso”. Guarda “un gran cariño por esa época”, pero recuerda que ya lleva más años como gestor cultural (28) que los que duró su carrera en la música (20). Se declara, eso sí, “sorprendido, contento y agradecido” por la iniciativa.

Recordando su obra, destaca la evolución de su sonido de un álbum a otro. “Una primera etapa más rockera, una segunda acústica y la tercera muy jazzística”, rememora Muntaner, que cantó intensamente a Martí i Pol cuando aún no se estilaba. En el Joventut se dejará sorprender: no ha intervenido ni en la selección de canciones ni en los arreglos. “No querría sentirme como el autor teatral que va cada día a los ensayos para dar instrucciones y reñir al director”.