RECITAL EN BARNASANTS

Giovanna Marini, la placenta de la canción

La cantante y guitarrista romana trae su repertorio con raíces populares al teatro Joventut de L'Hospitalet

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zentauroepp41884667 icult giovanna marini de juan miguel morales180202192547 / JUAN MIGUEL MORALES

Jordi Bianciotto

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Siempre le ha gustado viajar por los pueblos de Italia, escuchar cantar a los campesinos, tomar notas y devolver esos cantos a la ciudadanía desde discos y escenarios. Es Giovanna Marini, cantante, guitarrista y compositora que, en los años 60, participó de la tendencia a recuperar el bagaje musical colectivo a partir del espectáculo, poco menos que revolucionario, llamado 'Bella ciao', en honor a la canción partisana. "El campo es la placenta de la cultura popular, nos conecta con el origen de la música", afirma esta artista y pedagoga, que actúa este sábado en el teatro Joventut, de L’Hospitalet, acogida por el festival Barnasants.

Hablar con Giovanna Marini, que hace unos días cumplió 81 años, comporta retroceder en el tiempo, hasta seis décadas atrás, cuando una sociedad italiana de "memoria corta", dice, comenzó a recuperar determinadas canciones populares de la mano de sendos colectivos de trovadores y poetas: Cantacronache, primero, desde Turín, y poco después el Nuovo Canzoniere Italiano, en Milán. A este último se unió ella para dar nueva vida a cantos como el mismo 'Bella ciao'. "Aunque parezca mentira, esta pieza no era muy conocida a principios de los 60", asegura, reivindicando sus orígenes como "canción de las mujeres que recogían arroz".

Canto campesino

El espectáculo del mismo nombre, con fuerte acento político y que incluyó esa pieza en la voz de la campesina Giovanna Daffini, se estrenó en 1964 en el Festival del Due Mondi, de Spoleto, causando una estridente división de opiniones en el público. "Hubo gente que se puso a lanzar sillas y a gritar 'Viva Italia' cuando cantamos 'Bandiera rossa'. Y una señora soltó, muy enfadada: '¡No he venido hasta aquí para ver cantar a mi chacha!'". Un éxito, en definitiva. "Hasta entonces yo misma me preguntaba: '¿Por qué me conmueven estas canciones, siendo tan sencillas, con pocas notas?' Cuando vi estas reacciones entendí por qué".

Comprometida con lo que llama "la estética del canto campesino", Marini se relacionó, a través del colectivo, con intelectuales como Italo Calvino y Pier Paolo Pasolini. Estima que "Italia fue el único país de Europa donde los intelectuales influyeron en la canción popular", y expresa una honda sintonía con la mirada al mundo que le brindó Pasolini. "Un hombre honesto, que decía que Italia estaba gobernada por la mafia y que 20 años de fascismo no habían hecho tanto daño como el consumismo".

Alumna de Segovia

Varias docenas de discos después, se diría que Giovanna Marini conserva la misma mirada pura a la canción. No se identifica con la etiqueta de cantautora porque no crea composiciones "como una profesión y con intención comercial". Algunas son muy largas, como la reciente 'Riace', nombre de un pueblo de Calabria "cuyo alcalde ha tenido que enfrentarse a la mafia". Hay que recordar su base musical académica: siendo una veinteañera estudió guitarra con el mismísimo Andrés Segovia. "Un músico que sabía sonar con gran inteligencia, ¡y caballero fascinante para las mujeres!", ríe.

En el 2002 obtuvo un imponente éxito en Italia, número uno en ventas, con su disco a medias con Francesco de Gregori 'Il fischio del vapore'. "¡Yo, que ni siquiera sabía lo que era el Top 10!", exclama. Combina su discos y recitales con las clases de canción popular, y precisamente contará con algunos de sus exalumnos en el concierto que ofrecerá en Barnasants, 27 años después de su última actuación en Barcelona (fue en la plaza del Rei, dentro del Grec-91). "Ahora la canción popular está en mejor estado porque se enseña en la universidad", celebra, aunque advierte: "El estudio académico no debería conllevar una pérdida del contacto con la gente".