Carlota Benet retrata al Benet i Jornet más íntimo en 'Papitu'

Carlota Benet, única hija del dramaturgo Josep Maria Benet i Jornet (1940), se descubre como escritora con 'Papitu. El somriure sota el bigoti' (Columna). Su primer libro le ha servido para aliviar la difícil experiencia de asumir la pérdida progresiva de su padre, a quien el alzhéimer cambió la personalidad y el carácter mucho antes de afectar a su memoria y su gran capacidad para expresarse. Como dice Sergi Belbel, discípulo de Benet i Jornet y gran amigo suyo en el prólogo, es un libro reconfortante escrito con un gran amor y sensibilidad. Está lleno de anécdotas, vivencias y sensaciones que permiten descubrir la faceta más íntima y humana del autor de obras como 'Desig', 'E.R' y 'Una vella, coneguda olor'. 

El libro también es un recorrido por las diferentes fases de una enfermedad terrible que ha anulado de forma progresiva pero inexorable la personalidad de 'Papitu', nombre con el que la autora y el círculo íntimo llama a su padre. Espera que el libro pueda ayudar a otras personas a convivir con enfermedades degenerativas, como la que a él le diagnosticaron en el 2014. Los primeros síntomas, sin embargo, surgieron antes. "Ver cómo se deteriora un ser amado es durísimo. Y hay muchos tabús. Las residencias, los cuidadores y las malas relaciones que se crean entre cuidador y la persona atendida porque a nadie le gusta que le fiscalicen su vida. Es algo que afecta a mucha gente, una experiencia horrorosa. Puede llegar a estropear relaciones magníficas y dejarte un final amargo". De ahí su esfuerzo de estructurar el libro de tal manera que contrarresta la dureza de la enfermedad con recuerdos felices.

Historias y viajes

A través de breves capítulos, con un lenguaje claro y directo, Carlota Benet descubre la faceta más personal del autor también las primeras telenovelas de éxito en TV-3 como 'Poblenou' y 'Nissaga de poder'. Primero, recupera la visión que tenía de él siendo una niña cuando Papitu se inventaba constantemente historias maravillosas para jugar y estimular su imaginación. Después, la de la adolescente que hubiera preferido irse a bañar en las playas griegas en lugar de visitar Epidauro, Olimpia, Micenas y Sunion en un viaje demasiado cultural . O el que hizo a Egipto con él y Terenci Moix, su padrino, con el que compartió mucho tiempo en su casa de Ventalló, en el Empordà. 

El vínculo entre padre e hija fue siempre muy fuerte y se mantuvo hasta que la enfermedad cambió su relación. "El libro ha servido para sacarme toda la amargura. Cuando te toca vivir una experiencia así, te rebelas. Escribir me ha hecho pensar en las muchas cosas bonitas que vivimos juntos", confiesa la autora, que estudió Filología Catalana y es profesora en la Universitat de Lleida.

Carlota Benet, que ahora tiene 36 años y vive en aquella provincia, terminó de escribirlo hace dos años, coincidiendo con la llegada al mundo de su primer hijo . "En el fondo, mi padre me ha hecho un regalo. Gracias a él he querido escribir, algo que tenía muy reprimido", reconoce. "Aunque él y yo hablábamos del tema, hasta ahora me había negado. Escribir este libro ha sido como salir del armario: ha hecho aceptarme tal y como soy". Admite que si no lo hizo antes fue por tener pavor "al ridículo" y a los prejuicios y comparaciones con un padre tan conocido, premiado y respetado.

Escribir el libro ha supuesto una aceptación de su destino. En su casa, explica, había una imponente biblioteca, el gran tesoro de su padre, al que recuerda como muy cariñoso, siempre dispuesto a inventar historias para ella. Así aprendió desde pequeña a vivir en mundos fantásticos y cultivar la imaginación. De más mayor, la autora empezó a establecer conexiones entre la vida y la obra de su padre. La hija de Benet i Jornet dedica un capítulo a 'Com dir-ho?', obra del 2013 que Xavier Albertí estrenó en el Almeria Teatre. "Nunca me había sentido interpelada de forma tan directa", confiesa respecto a un texto que califica de profético.  "La pieza no va solo sobre la necesidad de convertir el pensamiento en verbo, sino también de cómo comunicar informaciones difíciles", recuerda. Muestra "su rebelión contra la pérdida de la capacidad para expresarse".

Exposición a la vista

Ahora está acabando una novela de ficción llena de personajes femeninos. "Sin ser autobiográfica, cuenta con un personaje inspirado en mi madre porque, aunque no he hablado casi nada de ella en este libro, es genial y le dedicaré el próximo". Y, aunque no descarta escribir teatro algún día confiesa sentirse más cómoda escribiendo narrativa. "Tras escribir este libro nunca volveré a decir de este agua no beberé".  

La publicación de 'Papitu. El somriure sota el bigoti' forma parte de una serie de actividades en homenaje a Benet i Jornet. Entre ellas destaca una exposición en el Institut del Teatre a partir del 19 de febrero. Por el momento ya puede verse una parte, una reproducción del pasillo de la casa del dramaturgo donde tenía colgados todos los carteles de sus obras.