RESUMEN DEL AÑO CULTURAL

Los mejores discos internacionales del 2017

Los críticos de EL PERIÓDICO eligen 'DAMN.', de Kendrick Lamar, como el mejor disco internacional del 2017

Kendrick Lamar

Kendrick Lamar / periodico

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El 2017 fue, nuevamente, un año que vivimos peligrosamente. Alguna de la mejor música publicada este año ha tratado de hacer cómputo de males y sacar algo en claro: Father John Misty con su análisis (¿autopsia?) de la vida moderna, Kendrick Lamar con otra crónica (a veces muy interior) de la experiencia negra… Este último, en particular, combina la inquietud intelectual con la búsqueda formal, algo que justifica que de nuevo se haya convertido en nuestro número uno.

Desde el ámbito del puro pop, Lorde y St. Vincent también han intentado hacer nuevo lo viejo: mantener viva la canción como expresión capaz no solo de distraer sino también de sorprender. ¿Y, con suerte, unificar? Desde luego, mientras suena una canción como 'Perfect places', de la primera, incluso podemos llegar a creer que el ser humano no es capaz solo de lo peor y que igual vale la pena que nos lleguemos a entender. Gracias por la música, 2017. Al menos por eso.

10. DRAKE 'More life. A playlist by October Firm' (Young Money-Cash Money)

¿Debería estar en la lista de mejores álbumes un disco con tanto, en realidad, de recopilatorio (a veces, los invitados tienen más peso que el propio anfitrión)? ¿Es acaso un álbum algo descrito, ya desde el título, como playlist y cuya edición física fue idea tardía? Sea lo que sea, 'More life', resurrección de Drake tras el algo gris 'Views', debe brillar en resúmenes del año: su inspiración melódica, ritmos y giros estilísticos hacen la vida más vida.


9. HURRAY FOR THE RIFF RAFF 'The navigator' (ATO)

La cantautora Alynda Segarra se hizo un nombre sacando punta a las raíces folk y blues. En su sexto disco como Hurray For The Riff Raff viaja a sus raíces portorriqueñas y amplía su paleta estilística para navegar con naturalidad entre los ritmos afrolatinos, los ecos melódicos del Brill Building, la fiereza de Springsteen… El clímax dramático es 'Pa'lante', un himno de reconstrucción personal para "todos los que perdieron su orgullo". Pa'lante.


8. SLOWDIVE 'Slowdive' (Dead Oceans-Popstock)

Los discos después de una gira de reunión suelen ser meras excusas para organizar otra gira. 'Slowdive' es otra cosa: la historia de unos viejos aliados que, de vuelta en el estudio, se reencuentran con su química y saben explotarla, pero no contentos con eso, tratan de desafiarse a sí mismos. Algunas de las mejores canciones de pop ensoñador de los últimos tiempos ('Don’t know why', en cabeza) conviven con grandes experimentos inesperados.


7. ALDOUS HARDING 'Party' (4AD-Popstock)

Tras el despliegue de folk gótico de su debut homónimo del 2014, la cantautora neozelandesa ha abierto las ventanas en un segundo disco, primero para el sello 4AD, de título ligeramente engañoso, pero espíritu decididamente más lúdico y teatral. Harding va cambiando de personaje, de tono vocal, de subgénero musical, en una exhibición versátil y virtuosa. El elemento aglutinante es el aura de misterio que rodea a la artista en todo momento.


6. ST. VINCENT 'MASSEDUCTION' (Loma Vista-Music As Usual)

Los que sugieren que St. Vincent se ha vendido al mainstream no deben de haber encendido la radio en mucho tiempo. Si acaso, la artista de pop arty se ha retrotraído a los días, tampoco tan lejanos, en que accesibilidad y riesgo no estaban reñidos: 'Young lover' es un hit nuevaolero como salido de una banda sonora de John Hughes; el tema titular se mira en el espejo del Prince de los primeros 80, y 'Pills' es casi su respuesta tardía al Eminem de 'Without me'.


5. FATHER JOHN MISTY 'Pure comedy' (Bella Union-PIAS Ibero América)

Ese autodefinido "sarcástico gilipollas" llamado Josh Tillman ha publicado una diatriba de 74 minutos y 17 segundos contra casi todo y casi todos. Después del éxito de 'I love you, honeybear', podría haber buscado los estribillos necesarios para su consolidación popular. Pero ha preferido mandar al cuerno a la humanidad y a la sociedad actual a través de canciones-mitin no exentas de inspiración melódica. Sarcástico, puede. De gilipollas nada.


4. THE NATIONAL 'Sleep Well Beast' (4AD-Popstock)

Matt Berninger sigue el mandamiento de Hemingway de escribir sobre lo que se conoce. Y a sus 46 años, eso significa hacer letras sobre la melancolía de la mediana edad. Pero, en curioso contraste, la música de su banda suena más fiera e intensa que quizá nunca: véanse el trotón sencillo 'Day I die', la electrónica 'Walk it back' y, sobre todo, un arrebato punk como 'Turtleneck', en la que el enemigo no es la báscula ni la propia esposa sino Trump.


3. LCD SOUNDSYSTEM 'american dream' (DFA-Columbia-Sony)

Los admiradores de LCD Soundsystem que hace unos (pocos) años se gastaron sus ahorros en ir al supuesto concierto de despedida en el Madison Square Garden no vieron con buenos ojos que fuera a haber más conciertos. Pero la sensación de traición se debe haber disuelto casi del todo: el ídolo disco-punk James Murphy no solo quería llevarse el dinero de los festivales, sino publicar otro disco, uno sincero, visceral y sutilmente experimental.


2. LORDE 'Melodrama' (Lava-Republic-Universal)

Para tratar de sonar relevante en el 2017, Lorde no ha tirado de oportunistas parábolas políticas, como Katy Perry, ni de comentarios sobre la fama en los días de Internet, como Taylor Swift, sino de exorcismos sentimentales de toda la vida. El desamor siempre es actual. Y ella sabe explicarlo, a veces, en términos muy actuales, como en 'Supercut', uno de los himnos tristes de baile que consolidan a la neozelandesa-croata como estrella pop futurible.


1. KENDRICK LAMAR 'DAMN.' (Top Dawg-Aftermath-Interscope-Universal)

Hace dos años, Kendrick Lamar se hacía con la primera posición en esta misma lista (y tropecientas otras) gracias a 'To pimp a butterfly', fusión expansiva de rap con jazz cósmico que acabó convertida por su contenido lírico en banda sonora del movimiento Black Lives Matter.

En lugar de dar una segunda parte a ese disco clave, Lamar ha optado por empezar prácticamente desde cero. 'DAMN.' se parece al disco anterior en su libertad creativa y su preocupación por la experiencia negra. Pero es una bestia diferente a todos los niveles: 'flow' rabiosamente atlético, producción futurista e hipnótica, letras más esquivas… El MC de Compton se reinventa para seguir siendo lo mismo. El maldito amo. 

De la mano de nuevos colaboradores como Bëkon, 9th Wonder y Mike WiLL Made-It, Lamar estiliza su sonido sin arrebatarle fuerza ni complejidad. La colaboración con U2 ('XXX.') no suena a vetusto rap-rock, sino más bien al proyecto Passengers de los irlandeses con Eno y Lanois, aunque en versión actualizada. La máxima durante la grabación debió de ser algo del tipo: "Si no hay frescura, a la basura".

La complicación se convierte en contradicción en unas letras con tanta chulería como escepticismo hacia uno mismo. De lo que más convencido parece Lamar es de la inutilidad de la violencia: en el mejor momento del álbum, 'DUCKWORTH.', epílogo que iba a ser apertura, explica a través de una anécdota familiar cómo un pequeño gesto de perdón puede salvar no una sino muchas vidas.


10 canciones internacionales del 2017


La lista de mejores discos internacionales del año ha sido elaborada con las votaciones de Jordi Bianciotto, Quim Casas, Ignasi Fortuny, Juan Manuel Freire, Julián García, Roger Roca y Rafael Tapounet