CRÓNICA
Harlem Gospel Choir, valores de familia
El coro neoyorquino ofreció un participativo concierto en Barts con clásicos gospelianos, canciones navideñas y adaptaciones de Beyoncé
Jordi Bianciotto
Periodista
Jordi Bianciotto
Con la cercanía de la Navidad, el góspel volvió a la ciudad con uno de esos espectáculos etiquetados como familiares y que combinan exotismo afroamericano, voces armónicas y mensajes enternecedores. No estamos hablando de un grupo de tres al cuarto: el Harlem Gospel Choir luce entre sus credenciales haber actuado ante dos papas, Juan Pablo II y Benedicto XVI, y haber compartido escenario con figuras como Bono, Diana Ross y Gorillaz.
Este coro neoyorquino de nueve voces, creado en 1986, ha querido poner al día el repertorio tradicional del góspel, de modo que la gira que recaló este martes en Barts, cierre del Festival Internacional de Jazz de Barcelona, lleva por título ‘Sings Beyoncé’, si bien solo dedicó a la cantante una sección central del concierto. La sesión se abrió paso a golpe de góspel contemporáneo, mostrando frondosas armonías a través de un r’n’b satinado y de tiernas baladas, de ‘Celebrate the king’ a ‘I want you back’, con el único sustento, un poco pobre, de teclados y batería. Primeros intentos de diálogo con los asistentes: “¿Qué es lo que más os gusta de Nueva York?”, preguntó una de las vocalistas luciendo una hospitalaria sonrisa. “¡El Bronx!”, respondió alguien en las primeras filas.
Invitación al público
Llegó luego ese momento de determinados espectáculos en que el cronista desea ser tragado por la tierra: la cantante, recorriendo amenazadoramente la platea con la mirada y seleccionando con el dedo a varios asistentes, hasta cinco, para que subieran a escena a fundir sus voces con las del coro haciendo ver que lo pasaban bomba. El lado sádico de esos conciertos familiares. Por suerte, la pesadilla quedó atrás cuando entramos en ‘territorio Beyoncé’. Primaron la balada sentida y la melodía amorosa: ‘Listen’, ‘Irreplaceable’ y ‘Sweet dreams’, recorridas con emoción.
A partir de ahí, tras lanzar algunas preguntas obvias (“¿a todo el mundo aquí le gusta la Navidad?”), el Harlem Gospel Choir decidió que ya era el momento de propagar por la sala el espíritu de estas fiestas y procedió a citar a José Feliciano (‘Feliz Navidad’) y el villancico ‘Silent night’ rumbo, sin más rodeos, a ‘Celebration’, de Earth, Wind & Fire, aquí sumando a la causa a otra víctima cazada entre el público, Ester, que terminó bailando encantada de la vida. Júbilo colectivo y unas notas de espiritualidad en ‘Say yes’, la canción que hace tres años reunió a Beyoncé con sus excompañeras de Destiny’s Child. “Cuando Jesús dice sí / nadie puede decir no”, dice la letra. Barts dijo sí, en fin, en un clímax a lomos del clásico de clásicos ‘Oh happy day’, con el público tomando el escenario como en un concierto de Iggy Pop. La Navidad ya está aquí.
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