De Nou Barris al mundo

Que Òmnium Cultural haya celebrado la Festa de les Lletres Catalanas en Nou Barris con cincuenta años de retraso, y por tanto sin complicidades ni socios locales, explica mucho más de lo que parece la situación de Catalunya.

En Nou Barris, el año 70, nació la Peña Enrique Morente (no se pierdan el 'Réquiem' en su memoria que se encuentra en You Tube). Pronto contó con 500 socios, y con Josep Maria Balcells como profesor de catalán, Pasqual Maragall de economía, Ángeles Pascual de sociología, cine fórums, etc. Cuando la voluntad integradora fue sustituida por la estrategia aislacionista que potenciaba las casas regionales, la Peña migró a Ciutat Vella para transformarse en el Taller de Músics. Lo apadrinaron figuras eminentes como Frederic Mompou, Tete Montoliu y enseguida Joan Albert Amargós. Flamenco con Morente, Manzanita o Sanlúcar, clásica con Albéniz, jazz con un sinfín de figuras americanas y europeas que Lluís Cabrera ponía en contacto con los flamencos de toda España para que se conocieran como artistas y admirasen mutuamente la sofisticación y la profundidad de los dos lenguajes musicales.

Con los años, han pasado por el Taller unos 20.000 alumnos y ha organizado miles de conciertos de alta calidad, además de iniciativas estratégicas que han configurado Barcelona como un centro de producción singular de primer orden proyectado al mundo. Lo que representó el Lliure en teatro lo es el Taller de Músics en su ámbito, y más allá, porque simboliza también fusión cultural, es decir identitaria. La diferencia no está en la trascendencia a la hora de configurar el tejido cultural de la ciudad y el país sino en la falta de conocimiento y reconocimiento.

Con algo más de saber y una pizca de inteligencia cultural, Òmnium habría convertido la Festa de este año en un homenaje a un barrio esperanzado y luchador, al espíritu de la Peña Morente y al Taller de Músics.