CRÓNICA

Furia punk contra la nostalgia

El Festival Punk Rock de Poblenou revivió 40 años después con las indómitas actuaciones de los grupos originales del cartel, la Banda Trapera del Río, Marxa, Mortimer y Peligro

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zentauroepp41192816 barcelona 04 12 2017 fiesta de 40 aniversario del festival 171205142213 / FERRAN SENDRA

Jordi Bianciotto

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Lo que hizo del Festival Punk Rock de 1977 algo genuino es que aquellas bandas habían llegado a ser punk sin saberlo. No eran la respuesta a una moda guiri sino que, por sus medios, en la Barcelona de arrabal, en las cloacas a las que cantaba con lirismo la Banda Trapera del Río, habían llegado a conclusiones semejantes fundiendo marginación social, ecos libertarios y salvajes ‘riffs’ de guitarra. De todo ello quedan aún vestigios altivos, como vimos este lunes en L’Aliança de Poblenou.

La reedición de aquel concierto, 40 años después en el mismo local, recordó lo indócil y gamberra que había llegado a ponerse Barcelona en aquellos tiempos de transición en los márgenes de la escena layetana. Espasmos de rock’n’roll revividos por bandas como Peligro, con Fito al micro como superviviente, y Mortimer, el vehículo de un Xavi Dalmau que terminó cantando sin camisa a lo Iggy Pop a lomos de ‘General Idi Amin Dada’ y ‘Como un día más’. Sin bromas: “Ser punk es ser uno mismo. No es llevar cresta. Nosotros somos punks”, proclamó, muy serio, sin gritar, con una entonación entre aclaratoria y pedagógica.

“Más cabreados que nunca”

Desfilaron todos los partícipes de aquel festival excepto, lástima, Ramoncín & WC, además de algunos invitados, como los “nuevos Decibelios”, así los anunciaron, con Fray al frente, que estuvo ahí en 1977 pero entre el público. ‘Barna ‘92’, ‘Voca de Dios’ y ‘Vacaciones en El Prat’ a piñón fijo. “40 Años después, ¡más punk y más cabreados que nunca!”.

Punk, punk-rock… o rock urbano con mala uva, entre Detroit y el hard rock, con ocurrencias estrafalarias en el caso de Marxa, la banda que lució una formación más fiel a la original, incluyendo la guitarra de Joan García ‘Panotxa’ y la voz de Àlex López.  El boogie-rock de ‘Joint’ sonó arrollador y recordó que en catalán también se cantó entonces al lado oscuro: “Ja n’estic fins els nassos / de ser  un home com cal / Ara lio canutos / passant de tot, tant se val”. ‘Panotxa’ entonó con teatralidad ‘No seas lesbiana mi amor’ y López recordó a uno de sus exmiembros, Miki Espuma (La Fura dels Baus), con una canción suya, ‘Jenny’.

Y culminando  la noche, la Banda Trapera del Río, reviviendo las delicias cafres de su primer disco. “Mamá, mamá, ¡que tengo miedo! / Mamá, mamá, ¡que tengo sangre!”. ‘La regla’, ese ‘must’, la “historia de una chica que siente algo extraño en su cuerpo y a su alrededor”, berreada gloriosamente por Morfi Grei y sustentada por el bajo de Jordi Pujadas, el 'Subidas', camino de hitos como ‘Nacido del polvo de un borracho y del coño de una puta’ y ‘Ciutat podrida’. Escupiendo ira y sin mostrar debilidad: la nostalgia no cabe en el punk.