RISAS DE BARRIO

Humor de 'L'Hospi' en la Barts con Raúl Alcaraz

El monologuista, famoso por su video de la 'n' geminada, saca punta a los dialectos de su querida ciudad

Raúl Alcaraz, en La Torrassa, en L'Hospitalet

Raúl Alcaraz, en La Torrassa, en L'Hospitalet / periodico

Marta Cervera

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Raúl Alcaraz debe mucha parte de su fama a sus orígenes. El humorista se hizo famoso en el 2015 con un vídeo donde explicaba la curiosa 'n' geminada que utilizan los emigrantes andaluces y extremeños de Hospitalet, su ciudad. "En L'Hospi, los inmigrantes utilizan una manera especial de hablar. Más allá de cambiar las 'r' por 'n', es muy curiosa esa mezcla de catalán y castellano que se utiliza en mi barrio", ha explicado el humorista, que a partir de este miércoles recala en el Barts Club. Aunque la 'n' geminada es el hilo conductor del espectáculo, Alcaraz incide en otras curiosas variantes del idioma de su comunidad.

"El idioma de 'L'Hospi' no exite oficialmente pero se escucha", afirma. "Nosotros hablamos una curiosa mezcla de castellano y catalán y decimos cosas como 'chamarreta', pronunciándolo a nuestra manera en vez de 'samarreta', y también nos quejamos de que la moto no 'enchega' en lugar de 'engega'. La fusión de lenguajes se da también entre los árabes residentes aquí. Ahora, cada diez palabras que sueltan, tres son en castellano. Pero con los chinos es distinto, ellos son más cerrados, no se les cuela nada en los idiomas locales, todavía", admite este avezado observador. Para él no tener carnet de conducir es un chollo. Gracias a viajar en transporte público ha descubierto infinidad de historias y situaciones que utiliza este profesional del humor que estará todos los miércoles y domingos en la sala del Paral·lel hasta principios de diciembre.

Antenas puestas

"Siempre voy con las antenas puestas. En la calle se escuchan las mejores historias. Hay gente muy graciosa cuya forma de hablar y chascrrillos me dan buenos pases para enlazar el espectáculo". Las redes sociales también le dan mucho juego. Se han convertido en un interesante elemento de estudio. "Te da una idea de cómo está la peña. Ves que hay mucha gente está sola y que, en lugar de mirar hacia adentro, lo pone todo en Facebook".

Para él, lo peor de las rerdes sociales es la dependencia que genera. "Para los millennials quedarse sin batería es un drama, casi como para mi abuela no tener pan en casa", dice en referencia a su querida 'yaya', como él llama a esa entrañable señora mayor con quien apareció en ese popular video de la 'n' geminada. "Esta mujer es un sol. En estos momentos vivo con ella porque tenía humedades en casa y me ha acogido mientras me las arreglan", comenta con su desparpajo habitual este bufón del siglo XXI. Como tal reclama libertad para reirse "de todo". Y lamenta lo difícil que se ha vuelto reirse con la política en estos momentos de bipolarización de la sociedad entre independentistas y unionistas. "Los chistes políticos ahora pueden helar un auditorio", señala. Tal vez por eso prefiere seguir sacando punta a la vida de su barrio en L'Hospi. "Es como la ONU, hay emigrantes llegados de todas partes".