ÓBITO

Muere Vladímir Makanin, maestro de las letras rusas

El novelista escribió relatos bélicos sobre la guerra de Chechenia

El escritor ruso Vladímir Makanin.

El escritor ruso Vladímir Makanin. / RODRIGO FERNÁNDEZ

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El novelista ruso Vladímir Makanin, considerado un maestro de la literatura contemporánea en este país, murió este jueves  a los 80 años de edad, según informaron fuentes editoriales. "Vladímir Makanin murió en su casa en Krasni, pueblo a las afueras de Rostov del Don. El entierro tendrá lugar en el cementerio local", señaló la fuente.

El escritor matemático, ingeniero y cineasta de formación, trabajaba en un instituto de cohetes militares hasta que se sintió atraído, primero por el cine, y luego por la literatura. Saboreó el éxito ya con su primera novela, 'Línea recta', publicada en 1965, aunque no entró a formar parte de la Unión de Escritores de la URSS hasta 1985, coincidiendo con la llegada al poder de Mijaíl Gorbachov. Dos años antes había aparecido 'El profeta', una novela de voluntad realista en la que vertió sus experiencias traumáticas tras un grave accidente que le dejó una cojera de por vida y que es una de las más celebradas de su trayectoria. Durante las siguientes décadas escribió numerosos libros de relatos y unas pocas novelas como 'Azul y Rojo', 'Retrato y alrededor' y 'Antilíder'. 

Traducciones

En España, poco antes de la caída de la Unión Soviética las obras de Makanin llegaron a las librerías españolas editadas por Alfaguara y Siruela, pero en la actualidad es Acantilado quien recoge sus obras. Como 'Asán', una de las mejores ficciones para comprender el conflicto checheno y el libro de relatos 'El prisionero del Caucaso'. 'El profeta' ha sido reeditada por Marbot. Otra de sus obras es la celebrada 'Underground o el héroe de nuestro tiempo'. 

Makanin ha recibido la mayor parte de los reconocimientos literarios de su país y, pese a la indiscutible calidad de sus obras, fue criticado por haber centrado el tema de sus novelas en las contiendas bélicas rusas del siglo XX y no haberlas conocido de primera mano, puesto que él jamás combatió. 

Mente fría, corazón caliente

"No se parecía a nadie de sus coetáneos. Tanto por su estilo como por los temas que elegía:  marcaba su propio camino, unía en su prosa la frialdad de una mente clara con un corazón caliente",  ha dicho Olga Aminova, jefa del departamento de literatura moderna de la editorial Exmo, el sello del autor. 

Varias de las obras de Makanin fueron llevadas al cine, como es el caso del relato 'El prisionero del Cáucaso', en el que abordó la difícil relación de los rusos con dicha región del sur de Rusia y en el que bebía de la tradición iniciada en el siglo XIX por Pushkin, Lérmontov o León Tolstói.