PRIMAVERA CLUB

Amber Coffman: "De niña cantaba enteros los discos de Mariah Carey"

La antigua componente de Dirty Projectors presenta su gran debut en solitario en el Primavera Club

Ambert Coffman

Ambert Coffman

Juan Manuel Freire

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es probable que conozca a esta californiana aunque no lo sepa: cantó y compuso 'Get free', de Major Lazer, una de las canciones del verano del 2012. Antigua componente de Dirty Projectors, ha emprendido carrera en solitario con 'City of no reply', colección de ambrosías pop-R&B que este sábado la trae a Apolo (22.30 horas), dentro del programa del Primavera Club.

Llevaba desde el 2005 tocando en grupos. ¿Cuándo decidió que quería ir por libre? Bueno, fue la intención desde siempre. O como mínimo, una de mis intenciones. No es necesario elegir entre una cosa u otra. Puedes grabar música a tu nombre y tocar con otra gente. Pero, por contestar a su pregunta, diría que el impulso definitivo llegó a finales del 2012, después de la gira de 'Swing lo magellan' de Dirty Projectors.

Las canciones que usted cantó y compuso en Dirty Projectors, como 'Stillness is the move' y 'The socialites', parecían un poco atípicas en el contexto del grupo. Eran auténticos 'hits' pop, sin tanta angulosidad ni oblicuidad. Siempre he tenido esa sensibilidad pop. Curiosamente, ahora que he podido hacer todo un disco de canciones directas, me apetece más que nunca experimentar. No sé todavía hacia dónde iré, pero estoy interesada en probar cosas nuevas.

¿Diría que hay en su carrera un antes y un después de 'Get free', su colaboración con Major Lazer? No lo sé. Desde luego, me abrió puertas, pero muchas de las oportunidades que surgían era para colaborar con productores masculinos que se encargarían de todo salvo la voz. Esto pasa demasiado a menudo. Lo más interesante de la experiencia fue lo casualmente que pasó todo. Sinceramente, no me interesaba la EDM, ni conocía una sola canción de Diplo… Estaba desconectada. Y de repente me encontré en el centro de todo eso.

Las canciones de su disco en solitario son, incluso más que 'Get free', un puro dechado de bienestar y felicidad. ¿Quería hacernos sentir mejor? Quería, sobre todo, hacer algo abierto y honesto. Y de lo que pudiera estar todavía orgullosa dentro de unos años.

Es decir, algo que aguantara el test del tiempo. ¿Tenía algún disco clásico como referente? Más que discos, eran canciones que había escuchado durante mi vida y me habían ayudado a seguir adelante. Por ejemplo, 'Make it happen' de Mariah Carey. O, desde una perspectiva más cósmica, algo como 'Nude' de Radiohead. Es una canción tan bella, tan romántica… Aunque igual trata más sobre el sistema que sobre uno mismo.

Como ha dicho, sigue interesada en el experimentalismo. Y en el disco encontramos toques curiosos a nivel de sonido, como la percusión estereofónica de 'Nobody knows'… En esa canción en particular, la percusión fue cosa de Dave [Longstreth; líder de Dirty Projectors y productor del disco de Coffman]. Puede que fuera una referencia a Timbaland.

Volvamos por un momento al principio: ¿cómo descubrió su propia voz? Canto desde que tengo uso de razón. Cantaba todos los discos de Mariah Carey de principio a fin, al menos hasta la adolescencia. A los 14, decidí que quería tocar la guitarra porque se lo había visto hacer a Courtney Love en el vídeo de 'Malibu' de Hole. Me enseñé a mí misma. Nunca he tomado lecciones. Y me ha funcionado. ¡Pero tampoco es que vaya a convertirme en una improvisadora jazz, ni nada así!

Siempre quiso cantar. No había plan B. ¿Qué le parecía a sus padres? La gente que me rodeaba siempre me animó. Bueno, quizá uno de mis padres no lo veía práctico. Pero cuando vio que llegaba a la veintena y seguía empeñada en lo mismo, tuvo que dejarme hacer.